Mientras esperas

Haciendo cola para pagar. Esperando que te entreguen lo que compraste. Haciendo cola en el banco. Esperando en el tráfico. ¡Tantos momentos que tenemos todos los días para hacer algo que tenga un impacto positivo en nuestras vidas!

Cada tiempo de espera es único. Hay unos más largos que otros. Hay unos que se pasan a solas mientras que hay otros que se pasan en la compañía de alguien más. Hay unos que son planeados y hay otros que son imprevistos. Lo que es un hecho es que durante los últimos años todos estos tiempos de espera se han convertido en los momentos preferidos para enterrarnos vivos las redes sociales.

¡Pero esto no puede ser todo! Tiene que haber más.

Mientras esperas puedes reflexionar o leer un libro. Mientras esperas puedes recordar a ese ser querido que tanto quieres pero que ya falleció. Mientras esperas puedes cambiar la vida de un indigente al iniciar una conversación con él. Mientras esperas puedes leer un muy buen libro o escuchar un Podcast que te enseñe aquello que pudiera llegar a cambiar tu vida. Mientras esperas puedes pensar en cómo llevar alegría a tu hogar y sorprender a tu familia cuando regreses por la noche. Mientras esperas puedes estar a solas contigo mismo y reflexionar sobre que es lo qué realmente quieres en tu vida. Mientras esperas puedes solo respirar viendo las nubes pasear por el cielo. Mientras esperas puedes soñar. Mientras esperas hasta puedes pensar en lo que vas a escribir mañana para que por la noche no estés batallando por encontrar las palabras que llenen la página en blanco a la que a veces tanto le temes.

Cuarentena: tiempo muerto o tiempo vivo

Para bien o para mal, la situación actual en el mundo le está regalando bastante tiempo a muchas personas. Me considero muy afortunado por estar en el grupo de personas que podemos decir que tenemos más tiempo en las manos, estamos seguros y no estamos luchando por sobrevivir.

Y creo que tener este tiempo regalado en las manos es una gran responsabilidad. No pasa más de un día en el que no piense en todas las veces que me he quejado diciendo: “todo lo que podría estar haciendo si no perdiera tanto tiempo en el tráfico”. La verdad que en un par de días me di cuenta que el problema no era el tráfico. ?

Y es así que después de mucha lucha interna contra mi propia comodidad, he decidido retomar con un gran entusiasmo algunas actividades que me hagan más productivo, contribuyan a el mundo a mi alrededor, me ayuden a crecer y le den un buen ejemplo a mi familia.

Algunas de las actividades que he decidido empezar son:

  • Escribir en este blog todos los días al menos un artículo que pueda aportar algo de valor a las personas que me leen
  • Producir un episodio semanal de calidad en mi Podcast Conceptos
  • Ayudar a las personas a mi alrededor a afrontar la situación por medio de sesiones de coaching
  • Incorporar a mi ejercicio una rutina diaria de calistenia para fortalecer más aún mi cuerpo

El tiempo ya nos lo regalaron. Ahora la única pregunta que queda es, ¿que vamos a hacer con ese tiempo? Va a ser tiempo muerto o tiempo vivo? Sólo tú puedes escoger.

  • Tiempo muerto: tiempo utilizado para escondernos en la comodidad, quejarnos, lamentarlos, entregarnos al miedo, ver el vaso medio vacío, debilitarnos física y emocionalmente, reforzar malos hábitos, danos “permisos” que no necesitamos, contar las horas y querer que las cosas no fueran como inevitablemente son.
  • Tiempo vivo: tiempo utilizado para empezar nuevos proyectos, ayudar a las personas a nuestro alrededor, ser generosos, crear, compartir, vivir la vida que nos está tocando vivir con una sonrisa en todo momento, buscar soluciones creativas, fortalecernos, aprender, leer, cuidarnos más que nunca, dejar vicios, construir nuevos hábitos positivos, innovar, y, más que todo, comprometernos a hacer lo que debemos hacer para ser mejores personas cuando todo esto termine.