Lo mismo solo que mejor

Cuentan, desde tiempos ancestrales, que la historia no se repite pero sí rima. Si esto es cierto, entonces casi todo lo que hacemos rima con algo que ya alguien hizo antes de que nosotros.

No sé ustedes, pero yo paso mucho tiempo paralizado buscando una idea 100% original, un proyecto totalmente novedoso que nunca antes haya existido en el mundo o un artículo que no tenga influencia alguna de algo que haya leído antes.

Para empezar, la historia aunque no se repite, rima. No voy a ser yo él que rompa con esta ley natural evidenciada a través de siglos de documentación histórica. Segundo, ¿para qué quiero inventar algo que no existe? Probablemente si hay algo totalmente novedoso que no existe a estas alturas del partido, lo más seguro es que no tenga razón de ser.

Sé que están pensando muchos de ustedes. ¿Pero qué haríamos sin teléfonos inteligentes, Internet, Kindles, Zoom o Tesla? Estaríamos perdidos sin estas innovaciones totalmente revolucionarias que nos llevan hacia el futuro.

Yo soy el primero en defender todo lo que la innovación tecnológica trae a la humanidad. Y también creo que todos estos ejemplos son representativos de grandes avances tecnológicos que nos permiten hacer cosas que antes no podíamos hacer. Pero, ¿Son realmente 100% originales? Veamos.

Esta idea llegó como un relámpago a mi cabeza hace unos minutos que vi mi Kindle con la nueva funcionalidad de mostrar la portada del libro que estás leyendo mientras está en modo de “sleep”. “Cómo me gusta que se vea como on libro de verdad”, me dije subconscientemente.

Y es cierto, mientras el Kindle toma “prestados” más aspectos de los libros físicos, mejor es la experiencia. El Kindle no es algo que no existía, simplemente es algo que ya existía que se ha mejorado gracias a la tecnología digital. ¡Qué poderosa idea! La invención viene de mejorar algo que ya existe, no de la creación de algo 100% nuevo en el vacío.

Facebook vino a ayudarnos a organizar nuestras relaciones personales y facilitarnos mantener contacto con las personas que conocemos. Algo que venimos haciendo desde antes que pudiéramos escribir. Lo mismo solo que mejor.

El Kindle vino a facilitar la transmisión de contenido escrito. ¿Recuerdan las pinturas de las cavernas prehistóricas que les enseñaron en el colegio? Lo mismo solo que mejor.

Las cartas se entregaban a pie, luego a caballo. Con el tiempo nos movimos a carretas y luego trenes. Un siglo después Fax y ahora Whatsapp. Lo mismo, solo que mejor.

Si quieres cambiar el mundo, sal y busca hacer lo mismo solo que mejor.

¿Para quién es?

Lanzar un emprendimiento es una de las cosas más riesgosas que alguien puede hacer. También puede ser una de las experiencias más gratificantes en la vida de una persona que está buscando más.

A pesar de que las tazas de supervivencia de una nueva empresa son desalentadoras, hay algo que siempre se puede hacer para mejorar la probabilidad de sobrevivir.

La gran mayoría de empresas que nacen, nacen con un producto en mente. Una solución a un problema que creen que pueden resolver mejor que la competencia. También nacen con la idea de que pueden resolver el problema de una manera rentable. El es que no han definido a quién le van a resolver el problema de manera rentable.

Al mismo tiempo, muy pocas empresas nacen con un mercado bien definido en mente. Por mercado me refiero a un grupo de personas que estén dispuestas a comprar el producto que la empresa está pensando desarrollar. ¿Quienes son y qué es importante para ellos?

Es bastante más fácil tener un grupo de usuarios a los que se quiere servir y después definir el producto ideal para atenderlos que tener un producto listo y luego empezar a buscar usuarios que lo quieran comprar.

Empezar con el consumidor en mente tiene muchas ventajas:

  • Garantiza que el producto resultante resuelve un problema real para los usuarios.
  • Abrirá un dialogo constante entre el equipo de producto y sus usuarios creando círculos virtuosos de retroalimentación durante la fase de desarrollo.
  • El producto puede ser rápidamente ajustado a la retroalimentación de los usuarios.
  • Evita hacer grandes inversiones en un producto que no se sabe si tendrá tracción en el mercado.

Así que si estás por lanzar un nuevo producto al mercado te sugiero que te detengas y que te preguntes ¿Para quien es?

Lanzamiento de productos, ¿a que le tienes miedo?

Un alto porcentaje de los proyectos que trabajamos se terminan tarde. Muchos de los productos que queremos lanzar al mercado llegan tarde. Conforme se acerca la fecha de entrega o lanzamiento empezamos a realizar cambios cambios a los proyectos. Empezamos a buscar excusas por las cuales no se puede lanzar aún.

Y aunque muchas de estas razones pueden tener cierto grado de justificación, la realidad es que muy pocas veces tienen fundamento alguno. Casi siempre son inventos que creamos para protegernos. Nos queremos lanzar el producto por qué esto nos hace vulnerables. En el momento que el producto llega al mercado quedamos expuestos a la crítica y a la muy real posibilidad de que podemos fallar.

Es en este momento que empezamos a buscar todas aquellas funciones “que tienen” que estar antes de lanzar. Empezamos a hacer cambios y cambios a los modelos y a las configuraciones del producto. Cambios que en realidad no agregan valor mas que protegernos de no lanzar.

Es por esto que es tan importante preguntarte a que le tienes miedo. ¿A que nadie compre el producto? ¿A ser un fracaso en tu industria? ¿A tener malas reseñas en amazon? ¿A que la competencia se burle de ti? ¿A que tus superiores dejen de confiar en ti? ¿En no ser lo suficientemente capaz? ¿En haberte equivocado en alguna suposición?

No importa cual de estas sea. Para ser un buen emprendedor tienes que dejarlas todas a un lado. Recuerda que lanzar un producto al mercado no es fácil y aunque el intento sea un fracaso hay algo que nunca nadie podrá quitarte: el hecho de que venciste ese miedo que todos tenemos y tuviste el valor de construir algo nuevo en el mundo, tu propio producto, TU proyecto. Ya estás por delante del 95% de las personas que nunca intentan cambiar el mundo con sus ideas.

Inspirado por The Startup School de Seth Godin.