Mejor solos que mal acompañados

“Eres el promedio de las 5 personas con que más tiempo pasas” — Jim Rohn

Este “quote” Jim Rohn siempre me ha parecido espectacular. Es crudo, muy directo y en mi experiencia, muy cierto. Lo escuché por primera vez hace muchos años y desde entonces lo he tenido muy presente.

Pero hoy, que muchos de nosotros estamos confinados y pasando mucho tiempo con una menor cantidad de personas me pareció muy importante revisar con un poco de detalle lo que dijo Rohn.

Primero, siento que hay una fuerte referencia al nivel de energía y actitud con que afrontamos nuestras vidas. Osea, ¿quién de ustedes me puede decir que al estar rodeado un buen tiempo por un grupo de pesimistas no empieza a ver el “vaso medio vacío”?

Del mismo modo, ¿cuántos de ustedes sienten que pueden atravesar una pared de frente cuando están con otros que están llenos de determinación y energía positiva? Yo también lo siento.

Luego pienso en temas de conversación. Que agradable es cuando las conversaciones fluyen y llegan a lo más profundo de nuestro ser por qué resuenan con quienes realmente somos. Cuando no hay resistencia en la conversación estamos con el grupo de personas correcto.

Ahora el otro lado de la moneda. Aquellas personas que nos incomodan y nos ponen resistencia. Para ser mejores necesitamos a personas que nos estén llevando constantemente al límite. Estas son personas con altos estándares de calidad y que tienen altas expectativas hacia nosotros. Que alguien nos exija ser cada vez mejor no es siempre “agradable”, pero es necesario.

Los seres humanos aprendemos por mímica. Es definitivo que si las personas con que más tiempo pasamos tienen malos hábitos, pronto los empezaremos a imitar. Y lo mismo ocurrirá si estas personas tienen buenos hábitos. Sugerencia: pasa mucho tiempo com personas que son lo que tu quisieras ser. Aprenderas de ellos.

Finalmente hago un llamado a que seamos conscientes de qué la idea de Rohn va en dos vías. Es decir, somos el promedio de las 5 personas con que más tiempo pasamos. Pero también las otras personas pasan tiempo con nosotros. ¿Quienes queremos ser para ellos? Al fin y al cabo, queremos ayudar a subir el promedio, ¿no?

La persona ideal con quien compartir tus ideas

Todos tenemos ideas, proyectos y pensamientos que queremos compartir con los demás. La razón principal por la cual queremos compartir es para validar lo que estamos pensando.

Queremos tener retroalimentación sincera de parte de la otra persona para tener una mejor idea de que si lo que estamos pensando puede ser o no una buena idea.

El problema de esta estrategia es que nosotros mismos nos saboteamos. Por ejemplo, si tengo en mente una idea que quiero seguir, muchas veces buscaré subconscientemente una persona que se que validará mi idea. De la misma manera, si tengo una idea o proyecto que en el fondo no quiero ejecutar, me busco a alguien que se que no aprobará de la idea. Ven el patrón?

Sin embargo, existe un tercer tipo de persona que siempre está dispuesta a sentarse con nosotros y disectar la idea, ver que si puede funcionar, que no y que riesgos debemos mitigar para tener éxito. Este muy pequeño grupo de personas se sentará con nosotros a rayar el pizarrón, diagramar todas las posibilidades y con mucho entusiasmo entender lo que queremos hacer y darnos su retroalimentación honesta.

Es con este tercer grupo de personas que debemos compartir nuestras ideas. Si, es un grupo muy pequeño y difícil de encontrar. Pero vale la pena buscarlos y tenerlos cerca para cuando realmente queramos validar una idea que es importante para nosotros.