Hay una distancia

Siempre hay una distancia entre lo que quiero ser y lo que realmente soy. En muchos momentos no cumplo con quién en mis sueños quisiera ser. Soy humano.

Qué doloroso es poder ver que esa distancia siempre estará ahí; pero a la vez, poder verla es el primer paso para algún día poderla destruir. La única manera de llegar a donde quiero estar es primero aceptar en donde estoy.

Puede ser que la parte más difícil del camino sea precisamente esta —aceptar abiertamente en donde estoy. Hay un cierto orgullo que pelea sin descanso y no me deja ser quien pudiera ser. Forcejea, lucha y no me deja en paz. Quiere salirse con la suya y hacerme creer que ya llegue a un lugar que ni siquiera puedo ver desde acá. Hoy, el tiene el control.

Si, es este orgullo lo que me tiene atado a no poder ser quien pudiera llegar a ser. Es este orgullo el enemigo que debo derrotar para alcanzar todo mi potencial. No lo puedo dejar ganar, especialmente ahora que veo esa distancia en todo lugar. Quiero ser todo lo que puedo ser; tanto para mí como para aquellos a mi alrededor.

Entre todo este dolor tengo la esperanza de que este temible enemigo se puede vencer. Al final, que es el orgullo sino solo una creencia de que somos diferentes, mejores de lo que realmente somos.

El camino es la aceptación. Aceptar que si, hay una distancia entre como soy y cómo quisiera ser. Aceptar que me falta camino por recorrer. Aceptar que tengo miedo de verme como soy. Pero también aceptar de que he hecho lo mejor que he podido con buenas intenciones en el corazón.

A seguir reduciendo la distancia….

Donar sangre y un poco de humildad

El pasado domingo fui a donar sangre por primera vez. Como muchas otras cosas en mi vida, creí que sabia lo que estaba haciendo. Incluso mas que los expertos.

Durante los últimos dos años y medios he estado siguiendo una dieta baja en carbohidratos. Muy arrogantemente creí que un agua mineral y mi “snack” favorito, unos chicharrones, eran lo correcto de comer después de la donación. Ni se me ocurrió que los jugos y néctares que le estaban recomendando los expertos a decenas de personas podía aplicar a mi también.

Dos horas después de la donación (y mi ocurrente snack) tuve un fuerte bajón de azúcar y un malestar y vómitos espantosos.

Al mismo tiempo también creí que la respuesta natural era perder un poco de peso en los días después de la donación. De nuevo un gran error. Tan solo vean la gráfica.Subí cerca de 6 libras en un día!

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Alguien que sepa me pudiera aclarar por qué esta repentina subida y bajada de peso?

Así que la moraleja de la historia es que quiero empezar a ser un poco mas humilde y no andar por ahí tomando decisiones desde un punto de vista que se puede resumir en que todo el mundo debe girar y comportarse en torno a mi por qué yo lo se todo!