Las mejores oportunidades están reservadas para los valientes

En el mundo no hacen falta oportunidades. En el mundo lo que hace falta son personas valientes que no solo sepan identificar estas oportunidades sino que también tengan las agallas para ir tras ellas.

El valor de la recompensa que se encuentra detrás de cualquier oportunidad es directamente proporcional al riesgo que involucra tomarla. Es un tipo de ley universal, a mayor riego, mejor la recompensa.

Es por esto que no es sorpresa que las mejores oportunidades, aquellas que retornan las mejores recompensas, están reservadas para los más valientes. Son las más riesgosas.

Una buena oportunidad trae consigo un alto costo de oportunidad, es decir, se debe dejar de hacer algo más para poderla perseguir. En estos escenarios, la valentía juega un rol crucial.

Para obtener un mejor trabajo, se debe dejar el trabajo anterior. Para cambiarse de industria, se debe dejar la industria en donde actualmente se participa. Para empezar una nueva empresa, se debe invertir tiempo que ahora se usa para algo más.

Perseguir algo nuevo, algo más grande, algo mejor, siempre es riesgoso. Pero no se puede negar que quedarse en donde ya se está es mucho más riesgoso. Seguir como se está, por seguro que se sienta, no es una buena opción.

Se requiere de valor para seguir nuevas oportunidades. Se requiere de aún más valor para seguir las mejores.

Las mejores oportunidades están reservadas para los más valientes. Reserva la tuya hoy mismo.

Oportunidades

Las oportunidades son algo muy interesante. Las oportunidades se crean. Y las oportunidades también aparecen sin la intervención de alguien. Algunas oportunidades son más grandes que otras. Y al mismo tiempo algunas oportunidades requieren de mucho esfuerzo para concretarse mientras que otras prácticamente se regalan ante sus benefactores.

Las oportunidades nunca escasean. Lo que sí pasa es que usualmente pasan desapercibidas. ¿El remedio? Aprender a ver mejor. Aprender a escuchar. Aprender a identificar patrones. Ahora que lo pienso más a fondo caigo en cuenta de lo poco que se habla acerca del desarrollo de la habilidad de identificar oportunidades.

Una oportunidad que no se identifica no se puede aprovechar. Incluso cuando estamos hablando de una oportunidad que no requiere de ningún esfuerzo para concretarse. La oportunidad que no se ve se perderá. Y la única oportunidad que se aprovechará es aquella que primero se ve y luego se persigue con loca determinación.

Como bien lo dije antes, hay unas oportunidades que son más grandes que otras. Cuando una empresa identifica o crea una oportunidad grande es un imperativo moral perseguirla. Una vez que el trabajo de años ha creado la oportunidad que todos han estado esperando lo único que queda es actuar.

La oportunidad de volver a empezar

El tiempo es especialista en llevarse una gran cantidad de cosas. Una vez que se lleva algo, por nada lo devuelve. Lo que esto quiere decir es que cuando una oportunidad no se aprovecha, se pierde para siempre.

Esto puede sonar dramático, definitivo —y usualmente lo es. Sin embargo, hay algo que ni el tiempo ni nada más se puede llevar. Me refiero a la oportunidad de volver a empezar. Una oportunidad puede irse tan rápido como llegó pero la oportunidad de volverlo a intentar siempre seguirá estando ahí. Lo que quiero decir es que ni el tiempo ni las circunstancias son lo que nos impiden volverlo a intentar. Lo que nos está deteniendo es nuestro propio miedo de volver a fracasar.

La victoria de Costa Rica y la globalización de las oportunidades

Costa Rica le ganó hoy 1 a 0 a Italia. A mi manera de verlo el 1 – 0 le salió barato a Italia. El juego pudo haber terminado en 2 – 0 fácilmente. Esto se siente muy raro. Incluso ahora que lo escribo, tan solo pensar en  este resultado es hasta cierto punto bizarro.

Este sentir de sorpresa nace con la idea de que históricamente no se supone que Costa Rica le gane a Italia. O que Costa Rica no le gane a Uruguay. O, ya que estamos en estas, que Chile le gane a España. El problema es que todas estas conjeturas están basadas en historia y tradición. Y por fortuna de la humanidad, la historia y la tradición cambian para abrir paso al progreso.

Hoy vivimos en un mundo globalizado en el cual creo que los recursos y oportunidades están muy bien distribuidos en un nivel macro. Costa Rica tiene a grandes rasgos las mismas oportunidades de entreno que Italia, España, Uruguay o mi país, Guatemala. El éxito en el mundo de hoy ya no depende de la cantidad de recursos disponibles, esto ya fue democratizado, la diferencia está en que tanto alguien quiere algo.

Es impresionante el hambre con que jugó hoy Costa Rica. Sus ganas de ganar superaron por mucho las ganas de ganar de Italia. Y eso fue lo que hizo toda la diferencia. De hecho, al final del día, eso es lo que siempre hace la diferencia.

Quiero finalizar dejando la pregunta de por qué nos seguimos asombrando tanto de que un “pequeño” derrote a un gigante establecido si lo vemos todos los días:

Las señal ha sido dad y está muy clara. En el mundo de hoy el acceso a cualquier recurso está mayormente disponible p ara cualquiera. Los que ganaran serán aquellos que mas lo deseen.