El precio siempre sube

En el momento que una persona hace un compromiso con algo, el precio que se se paga es relativamente bajo. Conforme el proyecto avanza y los logros se van dando, el compromiso crece. La carrera se va intensificando y el precio que se paga para seguir avanzando es cada vez más caro.

Si una persona quiere que su proyecto llegue lejos se debe preparar para que su compromiso sea cuestionado a lo largo del camino. Con cada paso las pruebas serán más grandes. La inercia del proyecto hará que las dificultades que se tienen que superar para seguir adelante crezcan como la proverbial bola de nieve.

Sí, cada vez el camino es más difícil pero las recompensas también son más dulces. Pareciera ser una ley de la naturaleza. Por alguna razón lo que más cuesta es lo que los seres humanos más valoran. Es por esto que la mayoría de personas admiran tanto a los atletas profesionales y olímpicos —todos saben de alguna manera lo que cuesta llegar hasta ahí. Todos admiramos a aquellos que pagan los más altos precios para obtener los más altos honores.

Si ese proyecto que estás persiguiendo vale la pena ten por seguro que el precio que pagarás al final será caro. Nada de valor viene de gratis en este mundo. Es importante recordar esto porque cada vez que empiezas algo el optimismo es grande y el precio que pagas es bajo. Con el paso del tiempo estas dos variables se intercambian: el optimismo baja mientras que el precio a pagar sube. Cuando notes este cambio tómalo como una buena seña. Quiere decir que estás avanzando en la dirección correcta. A mayor precio, mayor recompensa.

Las metas cambian comportamientos

A principio de año definí una meta de leer 37 libros durante el año. También hice un compromiso serio conmigo de cumplirla. Para efectos prácticos si leo 3 libros al mes voy a cumplir mi meta.

Hoy por la mañana que terminé mi sesión de lectura me di cuenta que me faltaba 11% para terminar el libro que actualmente estoy leyendo. En ese momento tuve muy presente que este es el libro número 21 que estoy leyendo y que hoy termina el séptimo mes del año. Ah, el poder de las metas. Aunque fácilmente podía haber leído ese 11% que me faltaba mañana y estar tan solo un día atrás de mi meta de leer 3 libros al mes, el no cumplir con tener 21 libros leídos al terminar Julio no me dejó en paz. Me senté otros 40 minutos y terminé el libro hoy. Ya estoy al día.

Esta es la maravilla de las metas. Nos empujan, no nos dejan bajar la guardia hasta que las cumplimos. Cambian nuestros comportamientos. Hay algo muy profundo en cada ser humano que, cuando libremente se compromete a lograr una meta, sale a relucir para llevarlo al siguiente nivel. Las metas cambian nuestros comportamientos para bien. Son herramientas de crecimiento. Usémoslas más seguido.

Porque yo lo digo

Porque yo lo digo

No se preocupen. No me refiero a la expresión favorita que usan muchos padres de familia cuando la paciencia es corta y la comodidad es mucha. Me refiero a la expresión interna de convicción que cada uno de nosotros puede utilizar para hacer que las cosas sucedan.

Conforme nos vamos dando cuenta que nuestra voluntad es mucho más fuerte de lo que creemos vamos descubriendo que nuestra capacidad de influenciar el mundo a nuestro alrededor es mayor. Con el tiempo desarrollamos la fortaleza de nuestro carácter y muestra capacidad de actuar ante cualquier adversidad.

“Porque yo lo digo” es algo que con la práctica se puede convertir en un mantra personal que prácticamente nos garantiza que lo que nos estamos proponiendo lograr va a suceder. No hay sensación más gratificante que saber que algo que nos estamos proponiendo, gracias a nuestra constancia y dedicación, eventualmente se hará realidad.

A quien más le mentimos es a nosotros mismos. Es hora de romper con ese destructivo hábito y de que volvamos creer en nosotros mismos. Tenemos que recuperar la honorabilidad de sostener nuestra palabra interna.

Empecemos con pequeños compromisos que cumpliremos llueva, truene o relampaguee. Poco a poco recuperaremos la confianza en nosotros mismos y muy pronto sabremos que cuando nos preguntemos ¿por qué sucederá esto? la respuesta siempre será “porque yo lo digo.”

Nuevos comienzos, 2021

En unas horas se estará terminando el 2020. Al detenerme y evaluar los últimos 365 días lo primero que me viene a la mente es agradecimiento. Creo importante empezar agradeciendo que sigo aquí para poder escribir este post y que en este momento estoy rodeado de toda mi familia. Nadie nos hace falta hoy.

Lo siguiente en lo que puedo pensar es en aprendizaje. Particularmente importante para mí fue aprender que puedo vivir con mucho menos de lo que creía necesario a principio de año. En las palabras de Siddhartha en la novela de Herman Hesse: “puedo pensar, puedo esperar y puedo ayunar”.

Pero suficiente acerca del 2020. Mañana empieza un nuevo año y debajo de su brazo vienen 365 nuevas oportunidades que aprovechar. ¿Exactamente cuales serán las oportunidades? Ni yo ni nadie lo puede saber. Lo que sí sé es que para yo aprovechar al máximo este año que está por comenzar requeriré hacer cambios profundos en mi manera de ser. Hay ideas y proyectos en mi mente que no me he atrevido a arrancar pero cuyo tiempo ha llegado. Ya no pueden esperar más.

Las dos grandes áreas en las que quiero trabajar son mi familia y mi crecimiento profesional. Estoy en una etapa en mi vida en la cual hay ciertas condiciones que puede ser que nunca más se vuelvan a repetir. Las quiero aprovechar. El 2021 será el año en donde potenciaré todo lo que sé que hay dentro de mí.

El reto en este nuevo comienzo, como todo gran reto que enfrentamos en nuestras vidas, es emocional. Cuando las habilidades se tienen, la falta de resultados tan solo se puede deber a limitantes emocionales. Pero en este caso sé que en mi interior que estoy preparado. Aunque sé que no será un año fácil (ni para mi ni para nadie más) sé que sin importar cuales sean las dificultades todo saldrá bien. El cambio siempre es para bien y no hay nuevo comienzo sin cambios que realizar.

Los vientos del cambio soplan a mi espalda y estoy por izar las velas. Un barco que tan solo prueba las mismas aguas traiciona su verdadera razón de ser. Los mejores tesoros se encuentran mar adentro en donde solo los más intrépidos marineros osan navegar. ¡Elevan anclas!

Específico no genérico

Si se quiere que un proyecto tenga impacto real en en el mundo específico es mejor que genérico.

Específico nos compromete con algo medible. Genérico nos da un lugar en dónde escondernos.

Específico nos obliga a definir nuestro proyecto y terminarlo. Genérico nos deja encontrar excusas y procrastinar para siempre.

Específico define nuestro mercado objetivo. Genérico es un escopetazo al aire.

Específico requiere de trabajo y dedicación. Genérico no es constante y depende de la suerte.

Específico se puede medir y es concreto. Genérico es ambiguo.

Específico siempre tiene una mate clara y bien definida hacia dónde caminar. Genérico es inconsistente y no tiene dirección.

Específico tiene claramente definido qué es éxito y que es fracaso. Genérico nunca gana ni pierde.

Cuando se quiere lograr algo específico siempre es mejor que genérico.

Libertad para planear

Hoy para muchas empresas está terminando el segundo trimestre del año. Esto significa que el plan del tercer trimestre ya debe estar listo para empezarse a ejecutar. En las últimas semanas estuve hablando con varios amigos emprendedores y después de varias horas de plática encontré un patrón muy interesante.

Para ser honesto, no sabía que iba a resultar de las pláticas pero lo que encontré no me sorprendió para nada. Encontré que muchos de los procesos de planeación están resultando bastante más difíciles de lo normal. Incluso, pareciese ser que algunos están un poco retrasados —nosotros no somos la excepción.

Considero que esto hasta cierto punto es normal. La situación global de la pandemia ha introducido bastante incertidumbre al sistema y, ya después de más de 3 meses de restricciones, el panorama económico es desalentador.

A más incertidumbre, más difícil planear, ¿correcto? Este es el postulado que ha estado ocupando mi mente durante la mayor parte de los últimos 3 días. ¿Por qué se siente tanto riesgo planear cuando la incertidumbre es grande?

La respuesta es bastante obvia. Planear en un ambiente incierto incrementa las probabilidades de que el plan no se cumpla. No cumplir nuestros planes se siente muy mal. Se interpreta muchas veces como fracaso. Pero no se debe olvidar que el hecho de que un plan no se cumpla NO es lo mismo que fracasar.

¿Qué pasa si vemos nuestros planes como una propuesta que le hacemos al mundo de que es lo que creemos que es el mejor curso de acción a tomar dadas las condiciones actuales? Nada más que eso. ¿Qué pasa si quedamos abiertos a cambiar los planes si las condiciones más importantes cambian lo suficiente? ¿Qué pasa si en lugar de sentirnos encadenados a un plan, liberamos nuestra creatividad para afrontar retos futuros? Realmente creo que incrementamos las probabilidades de lograr nuestros objetivos.

El enfoque debe centrarse en estar constantemente haciendo experimentos. Un plan fácilmente puede verse como un experimento. Si resulta, genial! Si no pues más de algo se aprendió del experimento y se debe tomar en cuenta para la siguiente iteración.

Finalmente, es importante hacer la aclaración de que estoy definiendo plan como la secuencia de pasos a seguir para cumplir un objetivo previamente definido. Muchas veces se confunden los objetivos a lograr en el trimestre con el plan de cómo se van a lograr. Mucho del tiempo de planeación se usa para definir las metas u objetivos.

Claro, en condiciones muy drásticas los objetivos van a cambiar —pensemos en ferreterías que ahora están funcionando como supermercados. Pero realmente las metas del trimestre, aún en condiciones de alta incertidumbre debieran cambiar poco. Más cuando ya se ha pasado cierto tiempo en condiciones similares.

Así que la moraleja de la historia es fijar metas lo más cercanas posible a lo que se quiere lograr. Inmediatamente después empezar a correr experimentos (planes) para encontrar el camino correcto para lograr esa metas. Iterar y corregir rumbo de acuerdo a condiciones cambiantes.

Siéntanse libres para planear.

Soñar es gratis

Hace un par de días tuve la oportunidad de entrevistar a Marcos Antil. Aquellos de ustedes que leen seguido el blog recordarán mi reseña de su libro Migrante. A los que no la hayan leído los invito a leerla aquí.

Durante nuestra plática Marcos mencionó algo que me dejó pensando durante todo el fin de semana. “Soñar es gratis, ¿así que por qué no soñar grande?” me dijo. “Puede ser que sea más difícil lograr un sueño grande que uno pequeño, pero soñar con cualquiera de los dos cuesta lo mismo”.

Hay bastante que desempaquetar en estas pequeñas frases. Lo primero que me viene a la mente es que la imaginación no tiene límites. Realmente se puede imaginar lo que uno quiera. También resulta ser cierto que antes de poder construir algo hay que imaginarlo (soñarlo) primero. No se podrá construir algo que no se imaginó primero. Así que el tamaño de lo que se puede construir o lograr en el mundo está limitado por el tamaño de los sueños que se tienen.

Los sueños motivan. Dan fuerza y son el motor que permite levantarse después de caer. Son estrellas guía que muestran el camino a seguir. Mientras más grande sea el sueño más motivación, más fuerza y más determinación. Una vez más, no tiene sentido alguno no ir tras el sueño grande.

Finalmente, cualquier sueño que valga la pena perseguir requerirá de trabajo y esfuerzo para materializarse. Pero ningún sueño, por pequeño que sea, se cumplirá solo por qué sí. Así que si se va a decidir empezar a trabajar por algo, ¿por qué no trabajar por algo que pueda cambiar el mundo? ¿Por qué no trabajar por un sueño que cambie tu vida? ¿Por qué no soñar y trabajar por cambiar las vidas de los demás?

El resto de tu vida empieza con los sueños que tengas hoy. No límites hasta dónde puedes llegar por no querer soñar en grande. No tengas miedo y deja libre tu imaginación. Después de todo, soñar es gratis sin importar el tamaño del sueño que quieras alcanzar.

Por donde empezar

A veces lo más difícil es definir cuál es el primer paso que hay que dar. Se sabe que se requiere de un cambio. Es claro que las cosas o no están bien o podrían estar mejor. Y a la vez resulta imposible identificar lo que hay que cambiar. No se sabe hacia a dónde ir. Se entra en un estado de parálisis.

Querer hacer sin antes tener definida la dirección de hacia dónde se quiere llegar es un desperdicio de tiempo y energía. Se han perdido millones de horas hombre persiguiendo las cosas que no son. Se han extraviado millones de personas siguiendo caminos que años después los tendrían diciendo, “por ahí no era”.

Desde muy pequeños se nos enseña a hacer sin entender por qué estamos haciendo. Se nos pide cumplir sin cuestionar si lo que estamos cumpliendo está alineado con lo que queremos para nuestras vidas. En resumen, no se nos dan muchas oportunidades para pensar en lo que nosotros queremos.

Y esta es la raíz del problema. Lanzar un nuevo proyecto, hacer un cambio profundo de vida o simplemente perseguir un objetivo significativo requieren saber qué se quiere a un nivel muy personal —un área en la cual no se tiene mucha experiencia.

¿Qué es lo que realmente es importante para mí? ¿Qué área de mi vida me interesa cambiar? Si pudiera resolver un solo problema en mi vida, ¿cuál quisiera resolver? Si pudiera tener una sola cosa que hiciera toda la diferencia en mi vida, ¿qué sería? Estas tan solo son algunas de las preguntas con las que hay que pasar mucho tiempo para conocerse mejor y empezar a romper la parálisis.

Es acá por donde hay que empezar. Por pasar tiempo a solas con nosotros mismos y conocernos mejor. Cuestionarnos que queremos y por qué. Ser específicos y llegar a visualizar con tal claridad como es el futuro que estamos buscando que lo podemos saborear hoy.

Una vez se tiene claro hacia dónde se quiere ir y por qué, empezar es fácil. Tan solo hay que dar el primer paso en la dirección correcta.

La importancia de las metas en tu vida: Una guía práctica de 5 pasos para lograr todo lo que quieres


Recientemente estaba analizando los datos de la cantidad de kilómetros que he corrido en los últimos 5 años. Después de detenidamente buscar patrones he llegado a una contundente conclusión: Los 3 meses antes de que se vaya a dar una carrera a la que estoy inscrito son los meses en los que corro más lejos, más rápido y más frecuentemente. Me estaba preguntando por qué no corro de igual manera en los meses que no tengo carreras”. Creo que la respuesta es que tener una meta clara, en este caso una carrera a completar, nos ayuda dar lo mejor que tenemos.

¿Por qué es esto de las metas importante? Porque creo que dar o no dar lo mejor de nosotros mismos es algo que determina el éxito que tenemos en los distintos aspectos de nuestras vidas. Es decir, si no tenemos una meta clara y bien definida que nos motive a empujar los límites de nuestras capacidades, con mucha probabilidad estamos dejando algo que queremos sobre la mesa. Y creanme, esto es algo que no queremos hacer. Como un buen amigo me dijo unos meses atrás: “El infierno es el momento cuando el yo que soy se encuentra al yo que pude haber sido en el lecho de muerte”. Esto realmente no es algo que me llame la atención experimentar. Siempre quiero dar lo mejor de mi.

Así que jalando de mis experiencias con mi familia, emprendiendo, corriendo y practicando deportes a nivel competitivo, les comparto los 5 pasos que me han funcionado a mi para alcanzar varias  metas y obtener un incremento sustancial en mi calidad de vida.

1. Entiende que es una meta y como definirla

Una meta es un objetivo claro y bien definido que tiene una fecha de vencimiento para ser completado de manera satisfactoria.  Una meta bien definida debe ser muy específica y simple ya que mientas  mas clara sea la visión de lo que se quiere lograr, mas fácil es para el cerebro identificarse con el resultado final y trazar el mapa de lo que se debe hacer para lograr cumplir la meta.

No puedes pegarle a un blanco que no puedes ver.

Como primer paso tienes que definir una manera muy simple y clara de saber si has logrado cumplir tu meta o no. No puede existir ambigüedad, dudas o criterios subjetivos en relación a saber si la meta se cumplió o no. No es lo mismo ponerte una meta de “voy a ganar mas dinero este año” a decirte “a partir octubre de este año voy a estar generando $500 mas al mes”. En este caso para saber si lograste tu meta basta preguntar ¿estoy ganando $500 mas al mes en octubre, noviembre, etc.? Si el estado de cuenta del banco responde que si, haz logrado tu meta. De lo contrario, sigue intentándolo!

Una meta sin fecha de entrega no es mas que un deseo.

Es de extrema importancia que puedas definir para cuando quieres lograr tu meta. Las fechas de entrega cambian el comportamiento de los seres humanos. No se si te has dado cuenta pero cuando se acerca una fecha de entrega, el sentido de urgencia sube. Esta fecha de entrega debe ser realista y te debe empujar fuera de tu zona de confort. Para encontrar una fecha realista es importante reconocer en donde están tus habilidades actuales y entender a fondo que se requiere para lograr tu meta. Es imposible saber a priori que es todo lo que se requiere para lograr una meta compleja por lo que realizar ajustes en el camino y aprender lo más rápido posible es clave.

Esta fecha siempre será un estimado y conforme mas conozcas tus habilidades mejores estimados harás. Lo importante es que en todo momento empujes con todo lo que tienes para tratar de lograr la meta que te has fijado.

2. Define metas que sean importantes para ti

Vive tu vida para ti, no la vivas por nadie más

Los seres humanos naturalmente buscamos lograr objetivos y cumplir metas. Siempre lo estamos haciendo. La pregunta clave entonces es: si no estás trabajando en tus propias metas, ¿que metas estas trabajando en tu vida? La respuesta es que en este caso probablemente estés utilizando tu vida y tus talentos para cumplir las metas de alguien más.

Así que bien, es momento de conocerte un poco mejor y hacerte preguntas como las que listo a continuación para encontrar que es lo que realmente es importante para ti y así encontrar la determinación para trabajar en lo que realmente TU quieres lograr con tu vida:

¿Por qué cosas  estaría dispuesto a morir?

¿Que cosas en el mundo me causan dolor cuando las veo a suceder mi alrededor?

¿Cuando veo que cosas en el mundo siento alegría profunda?

¿Como es mi vida ideal?

Cuando nadie mas me está viendo, ¿que realmente es importante para mi? ¿Que cosas valoro independientemente de lo que los demás piensan de mi?

3. Has un compromiso real con tu meta

Para poderte comprometer con cualquier cosa en tu vida, antes es necesario construir una visión contundente de lo que quieres lograr (inciso 2). Una vez que has identificado que es lo que quieres lograr y por qué lograrlo es tan importante para ti,  ya puedes pensar en tomar una decisión de comprometerte con tu meta.

El compromiso es algo muy interesante. Para mi comprometerme con algo es casi como prender un “switch”. Es un todo o nada. Por ejemplo, tres años atrás decidía empezar a seguir una dieta baja en carbohidratos. Durante los primeros 2 meses estuve en medio, por momentos seguía la dieta y otros le entraba al pastel!

Esto siguió así hasta que un día decidí realmente comprometerme con la dieta. En ese instante todo cambió. Fue un momento de decisión y recuerdo claramente  decirme a mi mismo: “Esto es importante. Si lo ves a hacer hazlo bien. Deja de jugar y dale con todo.” Pasé 18 meses sin comer un solo carbohidrato, incluso no comiendo pastel para el cumpleaños de mi hijo. Al día de hoy he bajado 120 libras.

Así que una vez que determines que tu meta es suficientemente importante para ti, el siguiente paso es una promesa contigo: “Esto es importante para mi, por lo tanto haré todo lo que pueda para hacer que suceda”.

4. Cambia tu comportamiento respecto a la meta

Con este nuevo estado de compromiso y determinación es hora de poner las manos a la obra. Como la incansable hormiga que carga la migaja que pesa 10 veces lo que ella pesa hasta su hormiguero, es momento de que tomes acción. Que hagas las cosas que nunca antes has hecho para obtener las recompensas que tampoco nunca antes has disfrutado.

Nuestro comportamiento (todo lo hacemos) determina que metas logramos o no logramos. Hasta el inciso 3 te has enfocado en la parte ideológica e interna de la definición de tu meta. Aún no has trabajado, tan solo has preparado tu estado anímico y tu visión para ahora poder ejecutar. El inciso 4 es donde se ve realmente de que estás hecho. Es donde le enseñas a tu cuerpo quien manda.

Es donde cambias el comportamiento de despertarte a las 8:00am por el comportamiento de despertarte a las 5:00am para salir a hacer ejercicio. Es donde el grito de “azuuuucar” es silenciado con una ensalada o manzana. Es donde las conversaciones difíciles empiezan a darse y las relaciones se pueden empezara reconstruir. Es donde el riesgo de fracasar se ve pequeño comparado con la recompensa de innovar.

Es momento de ejercitar la determinación, de utilizar esa voluntad humana que ha permitido tantas hazañas que han dado lugar a todo lo que hoy tenemos como humanidad. Es la hora de contar cuantas veces te puedes levantar después de que la vida te bota. El objetivo acá es motivarte recordando las preguntas que respondiste en el inciso 2 y no olvidar el compromiso que hiciste en el inciso 3.

Acá todo depende de que tanto estás dispuesto a hacer para lograr tu meta. ¿Cuanto estás dispuesto a dar?

5. Disfruta de tu nueva vida!

Hay algo maravilloso que sucede cuando logras una meta que no habías logrado antes. Necesariamente te has convertido en otra persona. Por ejemplo: si nunca has corrido 5 Kms en tu vida, el día que los logras correr te conviertes en el tipo de persona que:

  1. Tiene suficiente condición física para poder correr 5 Kms
  2. Se puede proponer algo y trabajar duro hasta lograrlo
  3. Cumple las promesas que se hace a si misma

Ser este tipo de persona es realmente transformativo. Te da una sensación de logro y satisfacción muy electrizante. Adicionalmente experimentas ver las cosas de otra manera. Repentinamente empiezas a ver que otras cosas son posibles. Que puedes hacer mas. Que otras metas que antes te parecían imposibles ahora están a tu alcance. Ahora el mundo parece ser tuyo. ¿Y sabes que? Lo es!

Disfruta tu nueva vida como una persona que se propone constantemente metas cada vez mas ambiciosas y por medio de trabajo duro las va logrando una a la vez. Ahora puede tener la vida con que tanto has soñado.

Si lo puedes soñar, lo puedes lograr

Creo que al momento yo tenía cerca de 8 años. Mis papás llevaron a toda la familia a Disney World. Recuerdo vivamente estar en Epcot Center en la atracción llamada el “Mundo del Futuro”.  Aún puedo escuchar a mi papá explicándome y repitiendo una frase del gran Walt Disney que estaba inscrita en lo alto del  techo:

“Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”

En el momento no pude entender por qué esta frase era tan importante para mi papá. Mucho menos pude entender por qué era tan importante para el que yo la entendiera. Pero el tiempo tiene una manera muy peculiar de trabajar su magi,a y hoy, muchos años después, puedo ver para atrás con infinito agradecimiento aquel instante en que me estaban dando una gran lección de vida.

¿Que significa esto de “si lo puedes soñar, lo puedes lograr” para mi al día de hoy?

Empiezo pensando en que lo primero que debo hacer si quiero lograr algo que aún no he logrado es poder visualizarlo. Es imposible pegarle a un blanco que no puedo ver. Es muy importante que de alguna manera eso que queremos lograr se cristalice dentro de nuestro ser  de una manera muy clara y concisa. Una vez que lo podemos ver claramente creo que entonces ya podemos proceder a creer en ello  de una manera visceral y contundente.

También creo que significa que si una persona tiene la capacidad de imaginar o soñar con algo que quiere que exista en el mundo, ya sea algo personal o algo mas grande que involucre a otras personas, necesariamente la persona también tiene la capacidad de hacerlo una realidad.

Es cierto que las ideas pueden venir unas detrás de otras  y también es cierto que la gran mayoría de ellas mueren antes de siquiera nacer. Es díficil ejecutar las ideas.  ¿Cuantas veces hemos tenido grandes ideas para tan solo decirnos minutos después que nunca van a funcionar? Pero esto es una limitante que nosotros mismos nos imponemos. Esto lo hacemos ya sea por miedo, comodidad o falta de motivación. No por qué no no nos sea posible alcanzar nuestros sueños. Creo que esta frase significa que no existen excusas válidas para abandonar nuestros sueños.

Por otro lado esta frase también me pone a pensar en lo importante que es tener un dominio sobre nuestros pensamientos y las cosas que queremos lograr. Si la realidad de las cosas es que si podemos soñar algo entonces lo podremos lograr, ¿que sucede si tenemos sueños destructivos? Personalmente creo que estos sueños también aplican y de igual manera los podemos lograr. Es por esta razón que vemos tanta destrucción y dolor en el mundo. Todo empieza entonces, con la calidad y nobleza de los sueños que cada uno de nosotros cultiva en nuestros interiores.

No creo que quede mucho mas que decir que agradecerle mucho a mi papá aquel día en que todo lo que hizo fue llevar mi atención a una frase que el día de hoy es un motor de vida que me está impulsando a lograr mis sueños. Gracias papá!