Los limites se pueden mover

Un limite es el punto en donde algo termina y algo mas empieza. Podemos decir que el limite de la paciencia es dónde la cordura termina y la locura empieza. En la misma línea, el límite de nuestras capacidades es dónde termina lo que podemos hacer y en donde empieza nuestra oportunidad de aprender cómo hacer algo nuevo.

Muchas personas creen que los limites son estáticos, que no se pueden mover. Creen que solo se tiene cierto nivel de paciencia y que solo se puede manejar hasta x ó y nivel de complejidad. Creen que tan solo se puede manejar cierto grado de presión y que no se puede generar más ingresos de los que ya se están generando. Todo esto es falso.

A través de la constancia, el aprendizaje y si, mucho fracaso, los limites se pueden mover. Por medio de el esfuerzo y la introspección se puede desarrollar más paciencia. Con entrenamiento físico se puede aumentar la resistencia y la fuerza corporal. Con dedicación y capacitación se puede hacer explotar cualquier carrera profesional.

La caja en la que sentimos que estamos encerrados no es real. Esos limites que creemos que nos encierran solo están en nuestras cabezas. La caja puede crecer. Los limites se pueden mover. Solo tenemos que empujar.

Pero primero tenemos que convencernos de que los limites sí se pueden mover.

El trabajo importante está adentro, no afuera

He estado pensando mucho en cuál es el factor decisivo que determina que tanto podemos lograr en la vida. Para buscar una respuesta honesta he estado reflexionando sobre mi propio trayecto de vida y esto es lo que he encontrado hasta el momento.

Por alguna razón el mundo físico (externo) nos parece bastante más real que el mundo mental (interno). Por ejemplo, creemos que una reja puede hacer un mejor trabajo de limitarnos que el miedo. Nada podría estar más lejos de la verdad. Solo imaginate estar parado en un avión con la puerta totalmente abierta frente a ti. ¿Qué tan fácil te resulta saltar?

Ahora, a la parte personal del asunto. Como algunos de ustedes sabrán, nací sin el antebrazo derecho (mundo externo). Afortunadamente todas mis facultades mentales y emocionales (mundo interno) parecieran estar más o menos dentro de los parámetros de lo que se puede considerar normal —al menos eso me gusta creer :-).

Lo interesante es que a pesar que mi “limitante” principal pareciera ser física (externa) todavía no me he topado con algo que no haya podido hacer por no tener el antebrazo. He jugado baseball a nivel de selección nacional, toqué guitarra en un grupo de rock con el que grabamos 3 discos, estuve en los equipos de basket ball, volleyball y baseball del colegio, puedo manejar carros mecánicos y hasta cambio los garrafones de agua en la casa.

Aún así, no todo es color de rosa ya hay muchas cosas que aún no he podido hacer. Y cada una de ellas se debe a algún miedo o creencia limitante dentro de mí (mundo interno). Hay conversaciones difíciles que no puedo tener o decisiones que postergo porque no quiero enfrentar las consecuencias si algo llegará a salir mal. Veo pasar oportunidades que podría aprovechar pero no tengo el valor de perseguir. En fin, todas las cosas que quiero lograr y aún no he podido alcanzar es porque algo dentro de mí me está limitando. Es evidente que lo que puedo o no lograr tiene más que ver con mi capacidad de manejar mi mundo interno que mi mundo externo. Mi experiencia y recomendación es que el trabajo que hay que hacer está adentro de nosotros, no afuera.

Espero que esta reflexión le ayude a más de alguien y quiero que sea una invitación para pensar un poco más en qué es lo que realmente está limitando la vida de cada uno de ustedes.

Construir y crecer

Todo el tiempo estamos construyendo. Podemos construir cosas buenas o cosas malas. Ya que construir siempre requiere tiempo y esfuerzo, creo que es mejor construir cosas buenas —me parece un mejor uso de nuestro tiempo en este planeta.

La capacidad que tenemos para construir está limitada por el tipo de personas que somos. Si queremos construir cosas más importantes antes debemos convertirnos en las personas que lo pueden construir. Es decir, debemos construirnos por dentro primero.

Todo lo que hacemos en el mundo es un reflejo de lo que somos. Simplemente no podemos manifestar algo allá afuera que no tenemos por dentro. Lo que podemos y lo que no podemos hacer es un espejo de lo que somos. Mientras más crecemos como personas, más podemos hacer.

Si en este momento hay algo que queremos pero no lo estamos pudiendo alcanzar hemos recibido un verdadero regalo. La realidad nos ha entregado la posibilidad de construir algo en nuestro interior que nos convertirá en las personas que si lo pueden alcanzar. La realidad nos ha regalado la oportunidad de crecer.

Los fantasmas que no podemos ver y nos están deteniendo

Todos enfrentamos situaciones que no manejamos como quisiéramos. Es esto, creo yo, lo que nos impide lograr las cosas que queremos. Cuando nos enfrentamos a algo que no podemos controlar o algo que no sale como queremos nos enfocamos en lo que está sucediendo y nos enfocamos en como eso es lo que nos está frenando.

Mis experiencias de estas últimas semanas me están llevando a creer que haya algo mas. Cosas que nos podemos ver y que tienen un poder casi sobrenatural sobre nosotros. Casi se siente como que si los fantasmas a los que les tenía miedo de niño pudiesen ser reales.

¿A que me refiero? A queso lo podemos ver de manera directa las cosas que suceden allá afuera en el mundo. Sin embargo las interpretaciones y las reacciones, principalmente emocionales, que tenemos a esas situaciones no las vemos. Y en mi experiencia personal, estos fantasmas son los que realmente nos impiden llegar a donde queremos.

Estas últimas semanas me he estado topando con muchos de estos fantasmas. Y he decidido pelear contra ellos. Ya empecé a ganar una que otra batalla. Y es esto precisamente lo que me lleva a creer que estos fantasmas son reales. ¿Por qué? Porque al lograr ver y cambiar algunas de mis reacciones y comportamientos también han cambiado y mis logros y cumplimiento de objetivos.

Agua con los fantasmas!