Las apariencias engañan

Este dicho, que al menos yo vengo escuchando desde que soy muy pequeño, tiene mucho más implicaciones de las que nuestras abuelitas que tanto lo repetían creían. Siempre que escucho este inolvidable dicho, la referencia es hacia el cuidado que se debe tener ante las verdaderas intenciones de otras personas, especialmente con las intenciones de aquellas personas que no conocemos bien.

Pero a mi manera de ver las cosas esta manera de interpretar el dicho se queda corta. En realidad nada es como creemos que es y las apariencias siempre nos están engañando. El mundo es complejo y nuestra capacidad de interpretarlo es tan limitada que todo lo que podemos hacer es crear una aproximación de como realmente son las cosas.

Esa nueva relación, de la cual no tienes duda que será muy beneficiosa para todos, pudiera serlo, o no. Ese nuevo negocio que estás por empezar y que estás seguro que cambiará tu vida para siempre pudiera hacerlo, o no. Ese fracaso que sin duda alguna destrozará tu carrera profesional pudiera hacerlo, o no. Esa llamada de tu jefe que tu estómago está interpretado com un despido inminente pudiera serlo, o no. Nada es como creemos, todo es como es.

Recuerda, los seres humanos somos máquinas de interpretación. Interpretamos la realidad y luego le damos un significado. Nuestro proceso de interpretación es imperfecto y por eso es que las apariencias nos engañan.

Cambia el significado, cambia tu vida

Lo seres humanos somos maquinas de interpretación. Es lo que hacemos todo el tiempo. En cada instante de nuestras vidas estamos dándole un significado, completamente subjetivo, a todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Es la manera en que navegamos por este mundo en que vivimos.

Mientras más tiempo le dedico a pensarlo estoy llegando a la conclusión de que la suma de la interpretación de todo lo que hemos vivido, vivimos y viviremos es la historia de nuestras vidas. Es decir que lo que experimentamos como nuestra vida tiene mas que ver con como interpretamos los eventos que nos ocurren que con los eventos en sí.

Y también creo que esto es una gran noticia porque si la historia de nuestras vidas es la suma de la interpretación que le damos a los eventos que nos ocurren todo lo que tenemos que hacer para cambiar la historia de nuestras vidas es reescribirla como queramos cambiando el significado que le damos a las cosas que nos ocurren en cada momento.

Cambia el significado, cambia tu vida.

Interpretación y verdad

Hoy pasé por una televisión en donde estaban dando una película de Harry Potter. La película tenía el audio y los subtítulos en español prendidos al mismo tiempo. Por si alguien no supiera, todo el material de la serie de Harry Potter se generó originalmente en inglés. ¡Qué problema!

No vi más de 3 minutos. Tampoco puedo recordar exactamente cuales fueron las palabras que confundieron mi cerebro. Lo que sí tengo muy presente es que las palabras que estaba escuchando no eran las mismas palabras que estaba leyendo. ¿Cuales son las palabras correctas? ¿Cuales debo tomar como “verdad”?

Si no hubieran estado prendidos los subtítulos, ni siquiera me lo hubiera cuestionado. En ese caso hubiera asumido —como lo hacemos con casi todo en nuestras vidas— que esa es la única y “verdadera” narración que existe. Pero al tener los subtítulos al mismo tiempo que el audio surge la duda.

Qué se acerca más a lo que JK. Rowling quiso decir, ¿los subtítulos o el doblaje? Quién será mejor traductor, ¿el que subtituló o el que dobló? ¿Que versión es mejor? Estás son todas preguntas sin respuestas. Todo es un juego de interpretación. Lo que sí queda muy claro es que ninguno de los dos pudo replicar de manera exacta lo que J.K. Rowling quiso decir en sus libros originales.

Este fenómeno no solo ocurre con la traducción de películas. Ocurre en la traducción y edición de libros. Ocurre cuando una persona le cuenta a otra lo que alguien más dijo. Ocurre cuando un publicista comunica lo que un político dijo. Ocurre cuando le contamos una historia a alguien. La comunicación no es perfecta y debemos tener mucho cuidado con lo que decidimos hacer con ella.

¿Qué hacer? La única salida sensata a este enredo es saber que no tenemos acceso directo a la verdad absoluta. Todo lo que vivimos es solo una interpretación personal de una realidad que es tan compleja que simplemente no podemos experimentar de manera directa. En todo momento estamos corriendo nuestro proceso personal de interpretación.

Ahora, volviendo al tema de Harry Potter. Seguro que la persona que dobló la película vio exactamente la misma película que la que vio la persona que la subtituló. Lo único que pasó es que cada una de ellas interpretó de manera distinta lo que vio y esa interpretación quedó plasmada en el doblaje y en los subtítulos respectivamente.

Millones de personas han visto la versión doblada y millones de personas han visto la versión subtitulada —cada una siendo una película totalmente distinta. Cada persona que ha visto la película, sea cual sea la versión que haya visto, la ha interpretado de manera única e irrepetible. Es complejo. Muy complejo.

Y aún así nos esmeramos en pelear a la muerte por defender algo que leímos en Internet o algo que creemos que es cierto por qué alguien más nos dijo que es verdad.

Cuidado, todo es una interpretación.