Nueva información, somos nosotros los del problema

Todo el tiempo estamos recibiendo nueva información. Con cada instante que pasa aprendemos algo nuevo. Nada se queda igual y todo cambio que percibimos enriquece nuestra percepción de la realidad. Con cada segundo tenemos más elementos para armar el rompecabezas.

Ahora, con eso dicho viene una pregunta muy importante, ¿Qué estamos cuándo tenemos nueva información? ¿La ignoramos? ¿Pretendemos que no está ahí? ¿Tratamos de aprender de ella? ¿Nos enberrinchamos? ¿La tratamos de entender? ¿La desvalidamos? ¿Tratamos de aprender?

Muy a menudo escucho a muchas personas decir que están “estancadas”. Creo que estar “estancado” es una decisión más que una situación de vida. Si todo en este mundo constantemente está cambiando y todo el tiempo tenemos nueva información, es obvio que si estamos estancados somos nosotros los que no queremos mejorar.

Almacenaje digital

La civilización humana ha documentado durante milenios su historia. Se podría decir que la gran mayoría de este registro se a capturado en medios análogos, es decir en artefactos físicos como libros, papel, paredes de cuevas, etc.

Esto ha cambiado considerablemente en los últimos 30 años. El acceso a el almacenaje digital ha cambiado la manera en que guardamos y compartimos la información. Ya sea a nivel personal o global, la facilidad con que ahora podemos registrar nuestra historia es impresionante. Dos clicks y listo. También, la precisión con que podemos documentar y almacenar cualquier cosa que queramos hubiera sido ciencia ficción tan solo 5 años atrás. No podemos olvidar que todo esto se puede hacer con costos prácticamente nulos.

No puedo dejar de pensar en los esfuerzos sobrehumanos que se hicieron para construir la Biblioteca de Alejandría y todo lo que la humanidad perdió cuando fue destruida. Esperemos que esto nunca más vuelva a pasar. No lo creo.

El almacenaje digital ha llegado y con ello la capacidad de guardar hasta el mas mínimo detalle de toda la información que queramos preservar o compartir. Ya no existe límite alguno más allá de la data que como civilización queramos generar.

El dolor cómo información faltante

El dolor es una de las sensaciones más viscerales y primarias que experimenta el ser humano. Pensándolo bien, el dolor es algo que todos los animales comparten pero para los efectos prácticos de hoy, nos estaremos centrando en la experiencia humana.

A nivel biológico el dolor no es nada más que el disparo de nervios especializados. Es algo que se siente en el cuerpo y existe para avisar que algo no está bien. En el siguiente nivel, el nivel psicológico, está el significado que cada quien le asigna al dolor que siente. El significado personal que se le asigna al dolor es el sufrimiento. El dolor es mandatorio, el sufrimiento es opcional.

Ahora bien, está claro que el dolor es una herramienta evolutiva invaluable. Sin él, ninguno de nosotros estaría acá. El dolor es necesario para sobrevivir, es el encargado de avisar que el cuerpo está dañado. Pero hay algo aún más importante que el dolor puede hacer. Avisa que se está recibiendo información que antes hacía falta.

La manera más fácil de entenderlo es con un ejemplo. Imaginemos que estás caminando hacia el baño de tu dormitorio a media noche y las luces están apagadas. Estás medio sonámbulo y pateas la pata de la cama. El dolor es inmediato y muy intenso. Hay información que te hacía falta. Sino no hubieras pateado la pata de la cama. No sabías que estaba ahí. El dolor te da la información que hacía falta: la pata de la cama está ahí.

Siempre que hay dolor se recibe información que hacia falta. No importa si el dolor es físico o emocional. Cuando se experimenta dolor es por qué hay información desconocida que se está haciendo presente de manera inmediata. El dolor es nueva información. En otras palabras, el dolor es aprendizaje experiencial.

Procesando

Para aquellos de nosotros que estamos en el mundo de las computadoras y tecnología el mensaje de “procesando…” es bastante común. Este mensaje le indica al usuario que tenga paciencia. Le notifica que lo que sea que se le pidió a la máquina que haga se está trabajando y pronto se entregará el resultado. Los seres humanos también estamos “procesando…” desde que nacemos hasta que morimos.

Desde el segundo que nacemos —y probablemente desde que estamos en el vientre— estamos absorbiendo información de nuestro entorno. Constantemente estamos procesando toda esta información y esto es lo que nos hace crecer como seres humanos. Toda nuestra vida es un constante proceso de procesar información.

Toda persona con que tenemos contacto está procesando. Esta digiriendo sus experiencias de vida y tratando de hacer lo mejor que puede con ella. Es particularmente importante recordar esto cuándo vemos que alguien comete un error o tiene una falta hacia nosotros. Rara vez hay mala intención. Casi siempre esto se debe a un error de proceso. Enojarse con alguien que cometió un error de procesamiento no tiene mucho sentido y no ayuda a nadie.

Los niños en el colegio están procesando. Los jóvenes en la universidad también. Los padres de familia estamos procesando al igual que los empresarios que trabajan sin cesar. Todos estamos procesando todo el tiempo.

Si vamos a pasar todo nuestro tiempo procesando información, puede ser una buena idea buscar mucha información de calidad y exponernos lo más posible a situaciones que podamos utilizar para crecer. Todo lo demás puede ser que esté de más.