Quieres ser una papa o un huevo? Tu decides

Me parece fascinante el hecho de que cada persona tiene una reacción única y personal a cada evento que ocurre en su vida. Si, toda nuestra vida escuchamos que cada persona es única, pero al momento de reaccionar ante algo tenemos la falsa percepción de que todos reaccionan igual.

Por ejemplo, a mi me gusta que todo este planeado y saber que va a ocurrir después. Si veo que otra persona está contenta por que un imprevisto le rompió la rutina puedo tender a marcarla de irracional, etc.

¿Por qué papa o huevo? Porque la misma agua que deshace a la papa hace que el huevo se fortalezca. La realidad de nuestro mundo es que ocurren eventos que nos afectan a todos (el agua) pero el éxito y el crecimiento dependen de las decisiones que cada uno de nosotros tome respecto a lo que sucede (el huevo se fortalece y la papa se desmorona).

Que vas a ser en tu vida, ¿papa o huevo? Deja un comentario!

¿Cuanto defendemos nuestros valores?

Ayer tuve la oportunidad de juntarme con un par de amigos que no había visto en mucho tiempo. Nos reunimos para ver de empezar a colaborar, crecer y  hacer algo para mejorar nuestro país, Guatemala.

Durante la charla surgió el tema de los valores y que tan dispuestos estamos a defender aquellas cosas que valoramos. Un tema en particular que tocamos fue el valor de la vida ajena. En mi caso particular creo que la vida humana es un muy alto valor y  no creo que se debe matar a otras personas. Sin embargo, al mismo tiempo se que si alguien le hiciera algo a alguien de mi familia, muy probablemente estaría  dispuesto matarlo.

Y esto crea una línea de pensamiento muy interesante. La idea es que regimos nuestros valores   a circunstancias externas y no por nuestras creencias internas. Por ejemplo, el respeto hacia la propiedad ajena es otro de mis valores y no pienso robarle nada a nadie. Pero si mi hijo está muriendo, necesita atención médica y no tengo dinero, se que robaría. El valor siempre se compromete a algún precio. Todos tenemos un precio.

Dadas estas reflexiones y reconociendo mis debilidades, se estoy muy comprometido con seguir subiendo el precio al que estoy dispuesto a vender mis valores. Espero algún día llegar a ser el tipo de hombre que sostiene sus valores al punto de defenderlos con su vida.