Distracciones

Una distracción es algo que puede captar la atención de una persona cuando esa persona se está tratando de enfocar en algo más. Ahora bien, distraerse es algo que una persona elige hacer cuando se topa con una distracción. No todas las distracciones distraen a las personas. Distraerse es una elección.

Yo todas las distracciones son iguales. Algunas son más intensas que otras. Es decir, llaman la atención con mayor fuerza que las demás. Poder resistir estas fuertes distracciones requiere un poco más de fuerza de voluntad. La capacidad de enfoque debe ser mayor para poderlas descartar.

Así que el antídoto para las distracciones no es construir una burbuja en la que nada ajeno a lo que se está trabajando pueda entrar. La solución es aprenderse a concentrar. El éxito está en desarrollar una mente disciplinada. En poder ignorar las distracciones.

Al mismo tiempo, el enfoque requiere energía. Poder ignorar distracciones es cansado. Aunque toda distracción puede ser vencida, hacerlo requiere de esfuerzo. Así es que un ambiente libre de distracciones es más productivo que uno que no.

Reconocer que distraerse es una elección no quiere decir que configurar un lugar de trabajo libre de distracciones no sea una buena idea. Mientras menos distracciones hayan presentes, mayor energía mental habrá disponible para completar la tarea que se desea hacer. La productividad baja.

Siento que en estos últimos días he tenido que usar demasiada energía de más para poderme concentrar. Seguro tengo muchas distracciones a mi alrededor.

Voy a dedicar este fin de semana a revisar mi ambiente de trabajo (físico y digital) y eliminar cuantas distracciones me sea posible identificar.

El que busca encuentra

La persona que quiere ver problemas, encontrará problemas. La persona que quiere ver soluciones encontrará soluciones. No importa que estén viendo la misma situación, cada una de ellas obtendrá lo que está buscando.

La mente humana es extremadamente poderosa y cuando se enfoca no hay fuerza en este universo que pueda con ella. Cuando una persona se enfoca en encontrar una solución la encuentra, y lo mismo ocurre cuando se enfoca en encontrar problema.

Por ahí dicen que la actitud lo es todo. Creo que a lo que este dicho se refiere es qué el comportamiento de una persona está 100% determinado por aquello en lo que decide enfocarse. Nos gusta llamarle buena actitud a lo que hacen las personas que se enfocan en cosas positivas. Bueno, y la mala actitud, pues ustedes ya saben…

Cuando estamos buscando algo nos enfocamos. Y cuando nos enfocamos en algo lo logramos. No me cabe la más mínima duda. ¿Quieres cambiar tu vida? Empieza a buscar otras cosas porque el que busca encuentra.

En medio de todo el ruido

Hay días que pasó horas deseando que todo fuera diferente. Esos días quisiera que las cosas fueran tal y como quiero sean, que las condiciones a mi alrededor fueran idóneas para lo que quiero hacer. Reconozco que esto es una seña de debilidad y una gran perdida de tiempo. Desear esto no me lleva a ningún lugar.

Hoy es un buen ejemplo. Quería que no hubiera habido tanto tráfico y poder haber pasado más tiempo haciendo otras cosas que no fueran estar sentado en el tráfico. La realidad fue otra y no había nada que yo pudiera hacer para cambiarla.

Así que después de mucho tráfico finalmente llegué a casa y me senté, cómo lo hago todos los días, a escribir. Ya sentado enfrente de la computadora hubiera querido tener unos 35 minutos de silencio para poder concentrarme y meterme de lleno en mi escritura. Una vez más, el mundo tenía algo muy diferente planeado para mí.

Mientras escribo esto tengo a un niño jugando Minecraft ene la computadora que está a mi lado. Está hablando con un amigo por FaceTime y creanme, no a bajo volumen. Adicionalmente la televisión está prendida y hasta hace unos 20 minutos mi mente estaba distraída enfocándose en la frustración.

Afortunadamente hace unos 20 minutos tuve la lucidez de recordar que soy yo el que está en control y en lugar de seguir culpando mis circunstancias reforcé mi voluntad y me di a la tarea de escribir el post de hoy independientemente de cuanto ruido hubiera a mi alrededor.

Creo que esta es una muy buena lección de vida en general. Siempre nos podemos concentrar un poco más y hacer lo que debemos hacer, incluso cuando estamos metidos en medio de mucho ruido.

En donde se pone la atención (prueba de enfoque)

La capacidad de enfocar la atención en un objeto específico es uno de los más grandes dones del ser humano. Nos permite apagar todo tipo de distracción y centrar toda nuestra energía mental en la tarea a realizar.

Esta habilidad de enfocarnos también puede ser una limitante ya que puede causar una ceguera temporal a elementos periféricos que son importantes.

Por hoy, suficientes palabras. Les dejo este test de atención en video para que hagan la prueba. Si quieren compartan sus resultados en los comentarios abajo.

La maravilla de poder escribir desde cualquier lugar

Ya desde hace un par de semanas he estado escribiendo en varios lugares. Escribí un par de posts desde la playa, otros los escribí en distintas cafeterías y la gran mayoría los trabajé desde mi casa. De hecho mi cuello me está recordando que anoche escribí en mi cama y que la posición no era muy ergonómica que digamos.

¿Qué he aprendido escribiendo en cualquier lugar? Primero, que las cafeterías acá en Guatemala deben mejorar la calidad de su servicio de Internet si quieren servir a personas que quieren trabajar en serio desde sus establecimientos. Es impresionante cómo, a pesar de tener menos de la mitad de su capacidad habilitada, resulta imposible sostener una conexión estable desde un Café Barista o Starbucks en esta ciudad. A manera de sugerencia les digo, inviertan en la calidad de su servicio de Internet. Muchas personas, al igual que yo, están trabajando de manera distribuida y pasar un par de horas en un café es una opción muy atractiva. La calidad del Internet es esencial para dar una buena experiencia a sus clientes.

Segundo, la opción de hacer “tethering” entre el teléfono y la computadora es una excelente opción para contrarrestar el problema que recién acabo de describir. Al tener teléfono y laptop Apple el proceso es muy fácil y usar el Internet de el teléfono en la computadora funciona sorprendentemente bien. No he tenido problema alguno, incluso trabajando desde la playa. Es cierto, principalmente trabajo con texto pero el par de llamadas por Zoom que he tenido usando esta modalidad han funcionado bastante bien.

Tercero, estar rotando el lugar desde donde se trabaja, por lo menos para mí, resulta en mayor creatividad y energía. Hay algo que se activa en el cerebro cuando se expone a diferentes ambientes. Particularmente cuando los espacios ofrecen acceso a la naturaleza (playa, jardines espaciosos, árboles, etc.).

Cuarto, un buen par de audífonos hace toda la diferencia. Me gusta escuchar música cuando trabajo y en mi casa o en la oficina la escucho mayormente a través de bocinas. Recientemente volví a trabajar usando mis Audio Technica ATHX-M40X. El nivel de concentración que se puede alcanzar con la música correcta (esto es único para cada quien) y un buen par de audífonos, es de otro nivel. Si alguien tuviera consejos de cómo minimizar la incomodidad de usar audífonos por períodos prolongados de tiempo CON lentes, le agradeceré dejar un comentario.

Hoy estoy escribiendo este post desde el sofá de la casa de mis suegros y lo estoy disfrutando mucho. Tengo puesto el juego de los Miami Dolphins contra los Las Vegas Raiders que está empatado a trece en el tercer cuarto. Tengo muy buen internet y la luz está apagada. En el fondo escucho las voces de todos los que están cenando y las risas de algunos niños que están jugando. ¡Que maravilla poder trabajar desde cualquier lugar!

En dónde está la mirada

La mente y el corazón tienen una capacidad casí infinita de enfoque. Se pueden enfocar con tanta intensidad en cosas tan particulares que a veces perdemos la perspectiva. Por ejemplo, alguien nos alza la voz y en un instante olvidamos por días lo maravillosas que son nuestras vidas.

Aprender a direccionar nuestro enfoque no es algo que sepamos hacer. Es más, la gran mayoría del tiempo ni siquiera nos damos cuenta en qué estamos enfocados. Rara vez estamos conscientes si estamos enfocados en un pensamiento, una emoción, en algo que alguien nos digo o en un futuro que no sabemos si se hará realidad. Pasamos nuestras vidas “dormidos”.

Lo bueno es que la capacidad humana de enfoque tiene una característica muy peculiar. Es extremadamente flexible y, con un poco de práctica, la podemos dominar completamente. Imagina tu capacidad de enfoque como una luz que al mismo tiempo puede enfocarse en un solo objeto o ampliarse para iluminar toda una habitación. Y no solo esto, también la puedes direccionar a cualquier objeto que quieras.

Aprender a utilizar esta cualidad humana no es fácil y requiere mucha práctica. Ala vez, los beneficios de cultivar esta habilidad son infinitos. Tan solo imagina cosas tan simples como poder enfocar toda tu atención en lo que te motiva a querer alcanzar tus metas en lugar de estar preocupado por lo que los demás puedan pensar de tu nuevo proyecto.

En realidad tu vida depende totalmente de en donde esté puesta tu mirada. Si quieres ver mierda en todos lados, experimentaras tu vida como mierda. Si ves maravillas en todos lados, tendrás una vida maravillosa. El primer paso es darte cuenta que siempre estás enfocado en algo y que tú eres el que decidió enfocarse en eso.

En crisis, enfoque

Cri-sis: un tiempo intenso de dificultad, problemas o peligro.

Está de más decir que el día de hoy la palabra crisis es prácticamente un sinónimo de pandemia. Estamos enfrentando crisis de salud, económicas y políticas. Todas al mismo tiempo.

Las crisis y su manejo no son nada nuevo. Estas situaciones han existido durante toda la historia de la humanidad y afortunadamente tenemos a nuestra disposición las lecciones aprendidas por muchas personas. Debemos aprender de ellas.

En toda situación hay 2 grandes categorías de cosas en las que nos podemos enfocar: 1) las que podemos controlar y 2) las que no podemos controlar. Por su naturaleza, durante una crisis, la cantidad de cosas que podemos controlar es baja. Hay incertidumbre.

Es por esto que el primer paso para actuar efectivamente en una crisis es identificar todas aquellas cosas —por pocas que puedan ser— que sí están bajo nuestro control. El otro lado de la ecuación es, naturalmente, no gastar recursos tratando de controlar todo lo que está fuera de nuestro control.

Veamos algunos ejemplos enfocados en nuestra realidad actual. No puedo controlar que el mercado haya cambiado y mi producto ahora tenga menos demanda. Si puedo controlar analizar cómo está el mercado ahora y modificar mi producto a las necesidades actuales. No puedo controlar que tan rápido se va a esparcir el virus pero sí puedo rápidamente implementar un sistema de trabajo remoto. No puedo controlar que las ferreterías no puedan abrir pero sí puedo controlar cambiar mi inventario para calificar como Supermercado (Cemaco).

Todas las variables están en juego durante una crisis. La incertidumbre es alta. Muchas cosas que no se pueden controlar nos distraen — ¿Cuándo va a abrir el país?, etc.

Encuentra que es lo que puedes controlar y enfoca toda tu atención y recursos en ello. Luego, actúa decisivamente.

Pequeños detalles

El contrato millonario, el siguiente disco, el auto de tus sueños o construir la empresa con la que cambiaras el mundo. Estos son solo algunos de los grandes anhelos a los que aspiramos los seres humanos. Nos gusta pensar en grande —construir proyectos maravillosos. Trazamos planes gigantescos para alcanzar la grandeza pero son demasiadas las veces que olvidamos lo más importante.

Sin esfuerzo alguno el enfoque gravita hacia el premio que está al final del camino. Y es así es que empezamos a caminar. Dando un paso tras otro haciendo todos lo que debemos hacer para llegar. Pero una vez más, son demasiadas las veces que olvidamos lo más importante.

El camino se desenvuelve frente a nosotros y va tomando rumbos inesperados. Corregimos la dirección, superamos obstáculos y mantenemos la mirada fija en el premio que sabemos qué nos espera al final. Damos cada vez un poco más, apretamos los puños y volvemos a golpear. Olvidamos otra vez lo más importante.

Lo más importante es la siguiente palabra que vamos a escoger en la propuesta que estamos escribiendo. Es encontrar la expresión exacta que cambiará la percepción de cuanto valor agregamos en una negociación. Es ecualizar 500 veces hasta encontrar el tono que despierta la emoción que necesitamos expresar. Es pasar 15 minutos seleccionando el color perfecto que evoque la reacción que queremos del comité al que le vamos a presentar un plan.

Lo más importante es prestar atención a los detalles de cada cosa que estamos haciendo y hacerlo a lo mejor de nuestra capacidad —es estar 100% presentes en lo que estamos haciendo en cada momento. El premio llegará a su debido tiempo.

Es reconocer cómo estamos escogiendo hacer lo que nos toca hacer. ¿Lo estamos haciendo simplemente por qué es lo que toca hacer o lo estamos haciendo por qué queremos dejar un pedazo de nosotros en cada actividad que escogemos hacer? Si vemos todo lo que hacemos como una extensión de nosotros mismos, le prestaremos atención a los pequeños detalles.

Sin voltear a ver

Los estoicos de la antigüedad solían decir que la principal habilidad de un ser humano es poder distinguir entre lo que controla, lo que puede influenciar y lo que no controla. También decían que lo único que podemos controlar al 100% son nuestros pensamientos y las reacciones que tenemos ante las cosas que nos suceden —nuestras emociones.

Suena bastante simple de hacer pero no es así. El mundo a nuestro alrededor es complejo y poder distinguir que podemos influenciar y que no es difícil.

Sería ridículo pasar la noche en vela preocupándonos de si el sol va a salir o no al amanecer. Tiene más sentido trasnochar trabajando en una propuesta para un cliente importante.

En el primer caso, pasar la noche en vela preocupados —algo que si controlamos— se está enfocando hacia algo que no controlamos —que salga o no el solo por la mañana.

En el segundo caso, pasar la noche trabajando —algo que si controlamos— se está enfocando hacia algo que podemos influenciar —la decisión de compra del cliente. Noten que NO estoy diciendo que podemos controlar la decisión de compra, tan solo la podemos influenciar —las demás personas también tienen libre albedrío.

El camino para poder tener una buena vida se centra en no voltear a ver aquello que no podemos influenciar. El camino se forja al enfocarnos en los pensamiento que tenemos y en las acciones que tomamos. Todo lo demás, con mucha suerte, tan solo lo podremos influenciar.

Juega siempre tu mejor juego, el marcador caerá por su propio peso. Es lo único que podemos hacer.

Spotify como una herramienta de trabajo

Desde que recuerdo la mayor cantidad de mi trabajo ha sido en una computadora. También recuerdo que siempre me ha gustado la música y trabajar escuchando. Recuerdo los primeros MP3s que bajé, etc.

Hoy mi servicio preferido es Spotify. La cantidad de canciones y playlists disponibles es impresionante. Tanto así que Spotify puede ser utilizando como una herramienta de trabajo. Si! La música como herramienta de trabajo.

Recientemente encontré una categoría de Playlists que se llama Focus. Hay un Playlist en particular que se llama Deep Focus. Esta música en combinación de un buen “bulletproof coffee” y una tarea bien definida te puede ayudar a entrar en la zona y experimentar un poco de “flow” incrementando tu productividad considerablemente.

Dale una probadita tanto al café como a Spotify y nos cuentas como te fue!