Como se diferencian las actividades de diversión de las actividades productivas

En nuestra vida todos dedicamos tiempo a actividades que podemos considerar de productividad o de diversión. Una actividad productiva es algo que usualmente hacemos todos los días  y mientras mejor la ejecutamos, mejores resultados tenemos. Una actividad de diversión es algo nuevo que hacemos con el fin de  entretenernos y la calidad con que la hacemos no es importante, en este tipo de actividad la profundidad de la experiencia es lo que cuenta.

Las actividades de productividad se relacionan con el ahorro de tiempo en la toma de decisiones y la eficiencia con que podemos lograr resultados. Por ejemplo, que camino tomar al trabajo, donde hacer ejercicio, como revisar el email, etc.

Las actividades de diversión se relacionan con un sentido de  sorpresa, la felicidad  y la experiencia que se tiene como persona en el mundo. Por ejemplo, que película ir a ver, a donde tomar unas vacaciones o con que persona salir.

Para aclarar un poco mas esto evaluemos la decisión de comer algo. Si lo que vas a comer lo vas a seleccionar en base  a un objetivo de nutrición (estas entrenando deporte, etc.) la variedad se reduce y el proceso se vuelve una rutina. Si sales a comer con tu pareja la decisión es mas por diversión, las opciones se expanden y se vuelve una decisión de variedad.

Así que si te quieres divertir busca la mayor cantidad de opciones y variedad posible. Sal de la rutina y experimenta profundamente lo que estés haciendo. Si vas a ser productivo busca la rutina, reduce las decisiones a tomar e igual metete de lleno en lo que vayas a hacer.

El remordimiento es la toma de decisiones en tiempo pasado

No se si les ha pasado alguna vez que están sentados pensado sobre algo que ocurrió en el pasado y sienten remordimiento. A mi también me ha pasado. En realidad me pasa bastante mas seguido de lo que quisiera reconocer.

El remordimiento es experimentar de manera negativa los resultados de una decisión tomada en el pasado con información que tenemos en el presente. Es decir, nace cuando queremos cambiar una decisión que tomamos tiempo atrás con información que en ese momento no estaba disponible y tan solo tuvimos acceso a ella después de haber decidido.

La realidad es que esto no tiene sentido pues en el momento que decidimos siempre lo hacemos con la mejor de las intenciones y tomando en cuenta toda la información que tenemos imposible en ESE momento. Es algo irracional tratar de jugarle la vuelta al  paso del tiempo y “apacharnos” ahora que tenemos mas información y querer cambiar el pasado. Esto no es posible.

Así que la próxima vez que sientes remordimiento recuerda: cuando decidiste lo hiciste con toda la información que tenías disponible y la mejor de las intenciones. Si hoy no te convence tu decisión es por qué hoy sabes algo que no sabías entonces. Entonces amigo, no sufras mas por eso!

Si no tomas la decisión, la decisión será tomada por ti

Esta frase, anónima hasta donde yo se, tiene mucha sabiduría escondida en su corta extensión.

“En situaciones difíciles aguantamos, esperamos y a menudo evitamos tomar decisiones. De alguna manera queremos que la necesidad de tomar la decisión se esfume conforme el paso del tiempo.”

La buena noticia es que el paso del tiempo muchas veces si elimina la necesidad de tomar una decisión importante. La mala noticia es que la decisión siempre debe ser tomada y cuando no la tomas tu directamente, alguien o algo mas la tomó por ti. Así que siempre que estés evitando decidir algo recuerda: si no tomas la decisión, la decisión será tomada por ti.

Moraleja: Nunca mas dejes una decisión importante a la suerte por no querer asumir la responsabilidad de decidir tu.

Para tomar mejores decisiones, trabaja con personas que piensan diferente a ti

Nos gusta mucho compartir com personas que piensan igual que nosotros. Validamos a todos aquellos que comparten nuestros valores. No es nada nuevo, así se ha comportado el ser humano desde cientos de miles de años atrás. Incluso, este tipo de selección de compañía es considerado pr mucho como un fuerte factor que ayudó en la evolución de nuestra especie.

Sin embargo, los tiempos cambian. En realidad, el dominio que el humano ha logrado tener sobre su entorno a hecho que nuestro ambiente cambie mucho más rápido que va mucho más rápido que lo que nuestros cuerpos y mentes pueden evolucionar a nivel biológico. En el mundo de los negocios actual necesitamos diversidad, variedad y puntos de vista que sean 180 grados opuestos a los nuestros para que nos permitan encontrar soluciones dinámicas y creativas.

Es por esto que es muy importante que al momento de seleccionar el equipo de ejecutivos que estarán tomando decisiones en tu equipo puedas ir contra tu instinto de querer buscar personas que compartan todos tus valores y piensen con patrones muy similares a ls tuyos que seguro te harán sentir muy cómodo. La comodidad no es tan buena. Si quieres tener éxito busca esas personas que te cuestionen de una manera profesional y objetiva y que cuyo único fin sea empujar a encontrar la mejor solución posible. 

Henry Ford lo dijo mucho mejor que yo, “si los dos siempre estamos de acuerdo, entonces uno de los dos está de mas acá”.

Darte por vencido como decisión estratégica y no como decisión moral

Vivimos en una sociedad en la cual comenzar algo es celebrado. Hay un compromiso para un casamiento y empiezan las fiestas. Anuncias que vas a ser doctor y entras a pre-medicina y seguro habrá festejos. Vas al gimnasio a inscribirte y ya te sientes mas saludable aunque solo hallas firmado un cheque! Darse por vencido es algo natural y no algo que es necesariamente malo. ¿Cuantas cosas que hicimos de niños no hemos dejado atrás? Ya no hacemos ballet, ya no entrenamos para ser bomberos o ya no nos preparamos para ser astronautas.

La realidad es que la mitad de los matrimonios terminan en divorcios, la neurocirugía es tan cara ya que hay tan pocas personas que terminen la carrera de medicina y el entrenamiento necesario para ser cirujanos y los gimnasios la primer semana de febrero ya están vacíos! El poder perseverar y terminar lo que se empieza es algo que está muy escaso en el mundo de hoy.

Nuestro entorno evalúa el rendirse o darse por vencido como una decisión moral. Darte por vencido te hace menos como persona, un profesional menos deseable y de alguna manera te convierte en alguien que “no va a llegar lejos”. Este paradigma no permite tomar las decisiones adecuadas sobre cuando perseverar y cuando darte por vencido. Es importante pensar en darse por vencido como una decisión estratégica.

Darse por vencido como decisión estrategia funciona así:

Imagina que puedes a andar por el mundo con una tarjeta que puedes sacar en cualquier momento y obtener el permiso de darte por vencido cuando quieras. La puedes usar para dejar cualquier cosa que ya no quieras hacer. El intercambio es que cuando decidas que vas a terminar algo, ya no puedes darte por vencido hasta que termines lo que te propones. En resumen, una vez identificas algo que quieres, no puedes parar hasta terminarlo. A cambio, siempre y cuando no hayas decidido que lo que estás haciendo es tan valioso para ti como para terminarlo, lo puedes dejar en cualquier momento que quieras para alocarle mas recurso a lo que si quieres terminar.

Seth Godin ha escrito un excelente  libro al respecto, The Dip: A Little Book That Teaches You When to Quit (and When to Stick) , que trata este tema a fondo. Las ideas acá presentadas fueron tomadas de ese libro.

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