El momento es ahora

No el año que viene. Tampoco mañana. Mucho menos “algún día”. Ahora.

Es en este preciso momento que tienes el poder de decidir, el poder del compromiso. Tal vez no vas a lograr lo que quieres ahora pero si puedes cambiar la dirección de tu vida en este instante. Todo lo que tienes que hacer es decidir, comprometerte.

¿Decidir qué? Cómo quieres que sean las cosas. Si quieres cambiar, primero tienes que definir hacia dónde quieres marchar. Si no tienes esto claro, no hay camino en esta tierra que te pueda llevar hacia allá. Ya sabes en dónde estás hoy (a menos que no tengas la honestidad interior de reconocerlo) pero aún no tienes claro a dónde quieres ir. Y esa es parte del problema. La parte del problema que puedes resolver ya.

Tómate un tiempo ahora para hacer un compromiso contigo mismo. Un compromiso de cambiar. Un compromiso inquebrantable. Toma la decisión de no tolerar mas las cosas como son. Decide nunca más volverte a dar por vencido ante el miedo que por siempre te ha logrado paralizar.

Siéntate a pensar en que tipo de futuro quieres para tu vida. Visualiza, de la manera más clara que puedas, como quieres que sea todo a tu alrededor. Cuando tengas una visión clara, que te mueva desde lo más profundo de tu ser, ha llegado el momento de hacer tu plan y construir. Pero por ahora, en este preciso momento, todo lo que tienes que hacer es decidir y comprometerte a cambiar. Nada más.

Guía básica para decidir que tipo de vida quieres llevar

Todos, en algún momento u otro, debemos responder la pregunta “¿Qué tipo de vida quiero llevar?” de manera consciente. Mientras no la respondamos estaremos llevando vidas sin intencionalidad ni propósito. En este estado el tipo de vida que llevamos es definido por las acciones que tomamos al azar.

Ha llegado el momento de decidir qué tipo de vida quieres llevar.

La vida envidiable

Esta es una vida fácil y hasta cierto punto cómoda. Para definirla mejor, detengamonos a pensar y respondamos:

¿Qué tipo de vida es la que envidio yo?

Usualmente envidiamos las vidas de los “ricos y famosos”. Aquellas vidas que parecieran ser glamorosas, exitosas y llenas de reconocimientos. Este tipo de vida aparenta no tener problemas o dificultades y la percepción que transmite es que se tiene todo lo que se quiere todo el tiempo. Aunque tengamos nuestras reservas sobre lo significante que puede ser este tipo de vida es justo el tipo de vida que quisiéramos tener. Esto es lo que la hace envidiable.

Las vidas de las estrellas de rock, grandes emprendedores, deportistas de clase mundial o figuras públicas vienen a la mente.

Tómate unos minutos y haz un listado de las personas que envidias. ¿Cómo son sus vidas?

La vida admirable

Esta es una vida que pocas personas logran llevar, esto es lo que la hace admirable. Es escasa, valiosa y auténtica.

¿Qué tipo de vida es la que admiro yo?

Normalmente admiramos la vida de las personas que han logrado cambiar el mundo y han sobrellevado grandes adversidades. Son vidas de personas que han luchado durante mucho tiempo y con toda su fuerza por alcanzar sus sueños. Cuando analizamos la vida de alguien que es admirable, definitivamente concluimos que no es una vida que quisiéramos tener nosotros. Requiere demasiado esfuerzo, lucha, dificultad y adversidad. El precio a pagar nos parece muy caro.

Seamos honestos, ¿Quién de nosotros quisiera llevar la vida de la Madre Teresa de Calcutta? Sí, es una vida muy admirable pero, ¿querer llevar una vida así? Eso es otra historia. Acá no hay envidia.

Tómate unos minutos y haz un listado de las personas que admiras. ¿Cómo son sus vidas?

Decide

Creo que queda claro cuales son los dos tipos de vida que podemos escoger llevar. Ahora decide si quieres llevar una vida que los demás envidien o que los demás admiren. Empieza actuar acorde.

Quieres ser una papa o un huevo? Tu decides

Me parece fascinante el hecho de que cada persona tiene una reacción única y personal a cada evento que ocurre en su vida. Si, toda nuestra vida escuchamos que cada persona es única, pero al momento de reaccionar ante algo tenemos la falsa percepción de que todos reaccionan igual.

Por ejemplo, a mi me gusta que todo este planeado y saber que va a ocurrir después. Si veo que otra persona está contenta por que un imprevisto le rompió la rutina puedo tender a marcarla de irracional, etc.

¿Por qué papa o huevo? Porque la misma agua que deshace a la papa hace que el huevo se fortalezca. La realidad de nuestro mundo es que ocurren eventos que nos afectan a todos (el agua) pero el éxito y el crecimiento dependen de las decisiones que cada uno de nosotros tome respecto a lo que sucede (el huevo se fortalece y la papa se desmorona).

Que vas a ser en tu vida, ¿papa o huevo? Deja un comentario!