La crítica “on line”

Criticar algo en público es cada vez más fácil. Poco a poco la cultura “on line” ha creado en un espacio virtual apto para despedazar los proyectos, acciones y sueños de cualquiera.

La tecnología y capacidad de comunicación que existe hoy no tiene precedentes pero no puedo dejar de cuestionarme si la manera en que la estamos utilizando es la mejor. Me parece que no.

Creo que la crítica, retroalimentación, “feedback” o cómo ustedes le quieran llamar es de los regalos más grandes que una persona le puede dará otra. Esto sí y sólo sí, la intención de dar la crítica es genuinamente ayudar a la otra persona a mejorar. Esto no es lo que veo pasar “on line”.

¿Qué es lo que sí veo? Con mucha tristeza veo mucho veneno y un infinito deseo de mostrar superioridad sobre los demás por medio de la destrucción de sus proyectos y aquello en lo que mas creen. Veo cómo se rechazan, con maldad infinita, los proyectos de personas que tal vez en un pasado cometieron algún error y ahora están tratando de hacer enmiendas. Veo, sin aún poder entenderlo, cómo se critican las acciones de personas cuando es evidente que las personas que critican no tienen idea de lo que están hablando. Veo cómo estamos utilizando toda esta maravillosa tecnología para destruirnos unos a otros.

Hoy tenemos todos lo que pudiéramos desear y más. Hoy podemos comunicarnos con casi cualquier persona en el mundo. Tenemos mucho poder. Cada uno de nosotros tiene un megáfono que puede resonar, cómo diría el famoso Buzz Light Year, “¡Al infinito y más allá!”. Tenemos que ser más conscientes en cómo usamos este poder que tenemos y recordar que qué la otra persona no nos conozca o no nos esté viendo no nos da permiso de destrozar sus sueños con un comentario público cuyo único objetivo es hacer daño. Tenemos que ser mejores que eso.

Ver a alguien hacia abajo

“Una persona solo debe vera a otra hacia abajo para ayudarle a levantarse.” Esta es una de las frases más célebres que nos regaló Gabriel García Márquez. Aunque no sé exactamente en donde la escribió, acabo de revisar en Internet y todo parece indicar que si es el quien la escribió. En caso que no haya sido él, me disculpo con al autor original.

En este punto le quiero pedir a cada uno de ustedes que se detenga y vuelva a leer detenidamente la frase. “Una persona solo debe vera a otra hacia abajo para ayudarle a levantarse.” Ahora les quiero pedir por lo menos 30 segundos de reflexión y que mediten sobre lo que significa esta frase para cada uno de ustedes.

Ahora que ya lo evaluaron un poco, les comparto que es lo que yo he estado reflexionando. Primero que nada me di cuenta que una de mis estrategias favoritas para sentirme valioso es comparándome con los demás y que muchas veces veo a alguien para abajo con él solo fin de sentirme superior.

Otras veces veo alguien para abajo —corrigiendo sus acciones o criticando sus resultados— para tratar de obtener algún beneficio para mi. Si you pude corregir su error, obtendré alguna recompensa o reconocimiento.

En muchas otras ocasiones —y realmente espero que sean la mayoría— genuinamente veo las caídas de los demás como una ocasión para ayudarles a volverse a levantar.

Haber leído hoy esa frase mas ver todo el atropello sin sentido que hay en redes sociales realmente me puso a pensar, ¿Cómo sería el mundo en que vivimos si todos usáramos esos señalamientos que hacemos a las faltas de los demás para poder ayudarles a mejorar?

Antes de querer emitir cualquier juicio pasé el día de hoy pensando primero en mi forma de ser. Me di cuenta que tengo mucho trabajo por hacer. Que frecuentemente utilizó las fallas y errores de los demás para sentirme superior u obtener un beneficio personal. No quiero seguir siendo ese tipo de persona y no me gusta hacer eso. Estoy dispuesto a cambiar.

Como bien lo dice Márquez, estaré dispuesto a criticar las fallas o errores de alguien más si, y sólo sí, estoy dispuesto a ayudar.

Espero que haber decidido publicar esto hoy lleve a más de alguien a ayudar y no solo emitir crítica tras crítica. Sé que el mundo lo necesita hoy más que nunca.