La responsabilidad de crear

En este nuevo mundo interconectado en donde cada idea puede ser amplificada al infinito, el proceso de creación ha sido democratizado. Prácticamente cualquier persona con un teléfono / computadora y una conexión a Internet puede crear algo que cambie la dirección en que va el mundo.

Sé que esto puede sonar exagerado pero no lo es. Tan solo se siente así porque la gran mayoría de cosas que se están creando con la maravillosa tecnología que tentemos disponible son inconsecuentes. Muchos están creando, pocos están impactando. Compartir que es lo que almorcé hoy difícilmente va a cambiar el mundo.

No estoy diciendo que el uso casual de redes sociales y plataformas online esté mal. Tan solo creo que el poder que está a nuestra disposición es enorme y lo estamos subutilizando.

Todas las personas tienen algo importante que decir, algo único que compartir. No se necesita ser un genio, “influencer”, político o famoso para compartir algo que le pudiera cambiar la vida a alguien. Creanme, esto es algo que está al alcance de todos. Tan solo hay que tomar el riesgo de publicar contenido relacionado a las cosas importantes en que creemos.

Una canción, un post, una pintura. Tu manera de ver un tema en particular. Una idea de negocio o una reseña de de tu comercio favorito. Un podcast entrevistando a un amigo que sabe mucho sobre un tema en particular. No importa que sea. Ve, créalo y luego compártelo.

Todos tenemos la responsabilidad de crear material de calidad. El mundo nos necesita.

Las ganas de construir

Hay algo muy poderoso que yace en lo más profundo de cada persona. Es algo maravilloso que, aunque muchos lo logran extinguir, otros lo llegan a utilizar para hacer de este mundo en que vivimos, un mejor lugar.

Me refiero a las ganas de construir. Esa sensación que muchas veces no nos deja dormir. A esa ráfaga incesante de pensamientos que buscan materializar un sin fin de ideas imposibles. A esas horas fantasmas que pasan sin dejar rastro alguno porque todo lo que importa es mantener el enfoque en lo que se quiere construir.

Estas ganas de construir viven en todo tipo de personas y dan a luz todo tipo de proyectos. Son la razón por la cual se fundan empresas, se desarrollan nuevas tecnologías, parejas empiezan nuevas familias, orfanatos iluminan los rincones mas obscuros en áreas desoladas y obras de arte pueden llegar a inspirar nuestros corazones. Las ganas de construir son la fuente de donde todo lo que la humanidad a construido viene.

Los hospitales y colegios que tenemos, los juegos que tanto nos divierten y la infraestructura que todos utilizamos para tener una mejor calidad de vida existen porque alguien en algún momento tuvo las ganas de construir.

La próxima vez que tengas ganas de construir algo no las dejes al lado solo porque el camino hacia adelantes parece difícil. Si te detienes, el mundo no podrá ser mejor.

Valora lo que has creado, siempre

Creo que todos los seres humanos, en un nivel muy profundo queremos crear. Construir de nuestras ideas mejores herramientas que mejoren nuestra calidad de vida. Que mejoren nuestra experiencia en este mundo.

Crear algo nuevo, algo diferente da miedo. En especial por qué muchas veces cuando estamos creando algo, nos es muy difícil separar nuestra identidad de aquello que hemos creado. ¿Que pasa si nuestra creación no es valorada o aceptada? Es muy fácil caer en la trampa de vincular esto a que somos nosotros lo que no tenemos valor o no somos aceptados. La buena noticia es que eso no es mas que un mito.

La mejor manera de llevar la vida es no perder esa ilusión de niños que nos motiva ha estar descubriendo, aprendiendo y creando nuevas maneras de resolver los problemas del mundo. Para poder lograr este estado de entendimiento es muy importante que valores todo lo que creas bajo el precepto de que vale por que tú lo creaste. Que entiendas que tiene un valor intrínseco, un valor obtenido del hecho de que te decidiste arriesgar y presentar esta nueva idea al mundo.

Seguro, esto no quiere decir que cualquier nueva idea será aceptada en el mercado y que cualquier producto será tan exitoso como los iPhones y Kindles. Este no es el caso. La realidad es que la mayoría de cosas que creemos no serán aceptadas en el mercado. Sin embargo, esto no quiere decir que no valgan como creaciones que nos ayudan a aprender y crecer.

Valora todo lo que creas, siempre!