Reglas

Todos tenemos cientos de reglas invisibles que rigen nuestras vidas. Tenemos reglas para todo lo que hacemos y cómo nos sentimos. ¿Lo más interesante de todo esto? Ni siquiera estamos conscientes de que estas reglas existen.

¿Alguna vez te has dado cuenta que siempre te pones un zapato antes que el otro? Este ejemplo cotidiano es muy poderoso. No hay razón práctica alguna para ponerlos en este orden. Simplemente es una regla personal que tienes. ¿No crees que es una regla? Prueba hacerlo al revés.

Yo solo trabajo en la industria de tecnología. Yo solo voy a trabajar en un puesto gerencial. Yo solo puedo ser feliz si tengo pareja. Yo solo puedo ser feliz si mi pareja hace todo lo que le pido. Yo soy una persona enojada en el trabajo. Yo pongo a mi familia antes que todo. Yo haría cualquier cosa por dinero. Yo no comprometo mi ética por dinero. Debo sacar buenas notas. Solo puedo ser féliz si consigo justo el trabajo que quiero. Solo me puedo sentir seguro si tengo X cantidad de dinero en el banco, Etc.

Las reglas no son malas. Tampoco son buenas. Simplemente son creencias muy arraigadas que tenemos de cómo creemos que debería funcionar el mundo. Nos obligan a comportarnos de una manera determinada. Definen nuestra identidad.

Es importante aprender a reconocer qué reglas tenemos y en qué situaciones las aplicamos. Si puedes hacer esto luego puedes determinar que reglas te ayudan y cuales no. Por ejemplo, “siempre cumplo lo que ofrezco” puede ser una regla que valga la pena mantener. Pero puede valer la pena pensar desechar una regla como “cuando las cosas se ponen difíciles me doy por vencido”.

La mejor manera de reconocer las reglas que tienes es pensar en cómo te defines a ti mismo. En visualizar la identidad que te has construido. La segunda mejor manera de hacerlo es identificar cuándo usas palabras como debería o debo en tus expresiones.

Estas cordialmente invitado a acompañarme y evaluar tus reglas y quedarte solo con las que más te funcionen.

Escribe una regla que quieras compartir con el mundo en la caja de comentarios abajo. Estoy curioso de ver cuántas juntamos.

Mejor solos que mal acompañados

“Eres el promedio de las 5 personas con que más tiempo pasas” — Jim Rohn

Este “quote” Jim Rohn siempre me ha parecido espectacular. Es crudo, muy directo y en mi experiencia, muy cierto. Lo escuché por primera vez hace muchos años y desde entonces lo he tenido muy presente.

Pero hoy, que muchos de nosotros estamos confinados y pasando mucho tiempo con una menor cantidad de personas me pareció muy importante revisar con un poco de detalle lo que dijo Rohn.

Primero, siento que hay una fuerte referencia al nivel de energía y actitud con que afrontamos nuestras vidas. Osea, ¿quién de ustedes me puede decir que al estar rodeado un buen tiempo por un grupo de pesimistas no empieza a ver el “vaso medio vacío”?

Del mismo modo, ¿cuántos de ustedes sienten que pueden atravesar una pared de frente cuando están con otros que están llenos de determinación y energía positiva? Yo también lo siento.

Luego pienso en temas de conversación. Que agradable es cuando las conversaciones fluyen y llegan a lo más profundo de nuestro ser por qué resuenan con quienes realmente somos. Cuando no hay resistencia en la conversación estamos con el grupo de personas correcto.

Ahora el otro lado de la moneda. Aquellas personas que nos incomodan y nos ponen resistencia. Para ser mejores necesitamos a personas que nos estén llevando constantemente al límite. Estas son personas con altos estándares de calidad y que tienen altas expectativas hacia nosotros. Que alguien nos exija ser cada vez mejor no es siempre “agradable”, pero es necesario.

Los seres humanos aprendemos por mímica. Es definitivo que si las personas con que más tiempo pasamos tienen malos hábitos, pronto los empezaremos a imitar. Y lo mismo ocurrirá si estas personas tienen buenos hábitos. Sugerencia: pasa mucho tiempo com personas que son lo que tu quisieras ser. Aprenderas de ellos.

Finalmente hago un llamado a que seamos conscientes de qué la idea de Rohn va en dos vías. Es decir, somos el promedio de las 5 personas con que más tiempo pasamos. Pero también las otras personas pasan tiempo con nosotros. ¿Quienes queremos ser para ellos? Al fin y al cabo, queremos ayudar a subir el promedio, ¿no?

Mejores Resultados en tu Empresa, Enfoque en Comportamiento

Actualmente estoy impartiendo un Taller de Gerencia Efectiva. Uno de los puntos principales que estamos explorando es que el comportamiento de las personas es la causa de raíz del éxito o fracaso de una empresa. Determina su nivel de rendimiento.

La sesión pasada estuvimos debatiendo un poco sobre como esto puede o no ser del todo cierto. Las opiniones estaban bastante divididas. ¿Que pasa con la estrategia? ¿El plan de Marketing? ¿La disponibilidad de capital? etc. Seguro que todos estos elementos también influyen en que una empresa es exitosa o no.

Escuchando la discusión, me llamó mucho la atención como es que todos tenemos tan desarrollada la capacidad de negar la participación humana en tantas cosas que nos rodean y las atribuimos de inmediato al destino, caso fortuito o simplemente, en el peor de los casos, las vemos ajenas a cualquier tipo de intervención humana.

Como yo lo veo, si. El éxito depende de las calidad de estrategias, planes, acceso a capital, ejecución y otro millón de cosas que deben ocurrir. Sin embargo, la pregunta que yo hago es ¿quien desarrolla la estrategia, el plan de marketing o consigue los fondos? ¿Quien ejecuta? Espero que sea evidente que la respuesta es: las personas que trabajan para la empresa.

Hagamos el siguiente experimento mental:

¿Puede un presentador estar muerto del miedo y aparentar estar muy seguro ante su audiencia? Por supuesto que si. Hay una diferencia muy importante entre lo que está experimentando el presentador y lo que la audiencia es capaz de percibir.

La audiencia está enfocada en el comportamiento del presentador. Es lo único que puede hacer. Simplemente no pueden estar dentro del presentador y saber si está nervioso o si tiene miedo. Lo que si pueden hacer es evaluar si el presentador:

  • ¿Está jugando con sus manos?
  • ¿Está tartamudeando?
  • ¿Se mueve sin dirección o propósito alguno incansablemente de un lado al otro?

Todos estos SI son comportamientos que llevan a tener un efecto en como la audiencia percibe al presentador. El hecho de que este nervioso o confiado es totalmente irrelevante. Es su comportamiento lo único que importa en términos de los resultados de su presentación.

Como nos dice Andy Grove (High Output Management y ex CEO de Intel): Una persona que no está logrando los resultados esperados está fallando solo por una de dos razones:

  • No está motivada
  • No tiene las habilidades requeridas para lograr lo que se espera de ella

Una vez mas, si la persona está o no motivada, su comportamiento será distinto en cada uno de los casos. Si una persona puede o no hacer una tarea, seguro su comportamiento será diferentes cada uno de los casos. La motivación o nivel de habilidad determinarán su comportamiento. El comportamiento entregará o no los resultados.

Si quieres mejores resultados en tu equipo o empresa, asegúrate de enfocarte en cambiar el comportamiento futuro de las personas que trabajan contigo.

Contenido adicional gratis: presentación descargable de el taller de gerencia efectiva.

¿Cuales son los permisos que nunca debemos dar?

Cada día con mas frecuencia veo a mi alrededor y encuentro una serie de comportamientos en algunas personas que me cuesta mucho entender. No me mal entiendan, yo también seguramente ejercitó comportamientos que alguien mas podría fácilmente calificar como “difíciles de entender”.

Tratando de ser un poco mas específico quiero tratar el tema de comportamientos que son destructivos para la persona. Voy a empezar por listar a grandes rasgos lo que para mi son comportamientos destructivos: flojera, falta de responsabilidad, indiferencia, arranques de emociones negativas, culpar a los demás, etc.

La impresión que estoy teniendo es que con cada día que pasa este tipo de comportamiento es mas común en nuestra sociedad y el crecimiento pareciera ser viral. Pensando bastante en tratar de encontrar una posible explicación a este fenómeno he llegado a la conclusión de que lo que  está pasando es que como padres, amigos y sociedad en general estamos dando permiso a las personas a que ejerciten este tipo de comportamiento.

Por dar permiso me refiero a ciertas justificaciones que todos en algún momento u otro validamos, o incluso algunas veces fomentamos,  en los demás. Por ejemplo, esta semana en el colegio de mi hijo había una persona estacionada en el área de “no parquear” justo enfrente de la puerta del colegio. La razón justificada fue que ya era tarde y no quería caminar desde el área de estacionamiento (50 metros) a dejar a su hijo. Un comportamiento destructivo, irresponsable y cómodo que fue validado como justificado por el personal del colegio.

En otros casos vemos personas que por que han tenido un día difícil creen que tienen el “derecho” de llegar tarde al trabajo, mostrar ira en contra de los demás o librarse de responsabilidades serias por el hecho de que tan solo han tenido “un mal día”.

También he pensado bastante en el incremento que estamos viendo en ciertas enfermedades como lo son la obesidad y ciertas condiciones como el ADD. Mi opinión muy personal es que en muchos de los casos  los médicos y los pacientes han entrado en un juego en el cual los médicos dan un cierto permiso a los pacientes para que estos puedan ejercer ciertos comportamientos destructivos sin ser responsables de ellos tan solo por qué han sido etiquetados con una enfermedad.

En conclusión, nunca debemos dar permiso a nadie de aquello que generalmente pueda ser considerado como un comportamiento destructivo. Siempre debemos tratar de entender la situación en que está la otra persona pero jamás debemos permitir que una etiqueta que le haya sido arbitrariamente colocada la liberé de su participación en las leyes de causa y efecto. Esto sin duda alguna hará de nuestra sociedad una organización mucho mas responsable.

Deja de pensar que todo es acerca de ti

Una de las limitantes mas grandes que tenemos como seres humanos es la infinita capacidad de pensar que todo es acerca de nosotros. En muchos aspectos de nuestras vidas sentimos como que si hay una gran luz alumbrando cada minúsculo movimiento que hacemos. Sentimos que estamos siendo monitoreados y que todo el resto del mundo está al pendiente de nosotros.

Esto causa un gran problema ya que este sentir nos limita considerablemente el rango de acción. Cuando nos sentimos “observados” queremos complacer a los demás, no queremos quedar mal con nadie y gastamos una cantidad infinita de energía tratando de balancear las expectativas de todos aquellos a nuestro alrededor. Lo peor de todo es que hay prueba científica que demuestra que todos los demás no están tan pendientes de nosotros.

En una universidad de Estadios Unidos se realizó el siguiente experimento. Se invitaron a 10 personas a llegar al centro del departamento de psicología. 9 de ellos eran invitados a la hora correcta y llevados a un salón a llenar unos formularios. 1 de ellos era invitado 15 minutos mas tarde. Esta persona entraba a la oficina de un conductor del estudio y se le decía que debía poner sobre su ropa actual una camiseta muy grande y lo que muchos considerarían “fea” y “llamativa” de Barry Manilow.

Luego de obtener su camiseta era llevado al salón en donde todos los demás estaban llenando el formulario. Después de 5 minutos parado esperando, se le decía que entrara, que no había problema por llegar tarde, y se le pedía que empezará a llenar los mismos formularios. 5 minutos mas tarde se le decía que se había reconsiderado y que la llegada tarde afectaba los resultados, y que por favor se retirara.

Al final se le preguntaba a esta persona que dijera que % de las personas llenando el formulario había notado que tenía puesta la camiseta de Barry Manilow. Consistentemente estas personas dijeron que un 80% de las personas había notado la camiseta. Luego de  consultar a los otros 9 que estaban llenando formularios, la realidad es que ninguno de ellos notó la camiseta!

¿Que nos enseña esto? Se tu mismo, que no te importe que piensan los demás, por que en realidad, no están pensando tanto como tu crees sobre ti.

La premura detiene el aprendizaje en los niños y en las empresas

Es temprano por la mañana. Te despiertas e inicia la rutina de prepararte y ayudar a tus hijos para salir al colegio. El tiempo avanza y de pronto te das cuenta que ya estás algo apretado para salir. Tienes un niño pequeño de unos 4 años de edad que está prendiendo a comer solo. Puede ser que sin darte cuenta de pronto te encuentres ayudándole a comer para poder salir a tiempo, que no se manche, etc, etc.

Ya que la rutina diaria se repite, en poco tiempo esto se puede volver una costumbre y de pronto estás ayudando a tu hijo a comer todos los días para poder seguir saliendo a tiempo. Si eres observador puede ser que un día te cuestiones por qué si tu hijo puede hacer tantas cosas aún no puede comer solo. La respuesta simple es por qué la premura, en este caso de llegar a tiempo al colegio y trabajo, detiene el aprendizaje.

Este fenómeno es muy interesante por qué se repite en todas las áreas de nuestras vidas. Debes entregar un proyecto, cerrar una venta o llegar a una meta. Eso es toda la excusa que necesitas para no dejar que alguien que trabaja en tu equipo pueda crecer. Le privas el aprendizaje por que hay premura. Tu lo puedes hacer mejor que el. Tu vas a lograr un mejor resultado.

Si quieres que las personas que están a tu alrededor de verdad puedan crecer, aprender y alcanzar todo su potencial es importante dejar que la premura interfiera en su aprendizaje.

Manejo de personal, el efecto mariposa

Cualquier persona que ha tenido personal a su cargo sabe lo difícil que es lograr un alto rendimiento de manera constante con un equipo. Los comportamientos que las personas elegimos mostrar a diario están lejos de ser predecibles y algunos hasta dirían que lejos de ser coherentes.

Hay muchos factores que influencian el comportamiento de las personas. Una infinidad! Hay un corolario a esta idea de que son tantos los factores que nos influencian. Este corolario es que cada uno de estos factores debe ser por definición pequeño. Si tenemos muchos factores influenciándonos, en proporción, cada uno de ellos es pequeño.

Ahora bien, cuando nos enfocamos en el manejo de personal o liderazgo, nuestro primer instinto es buscar grandes cambios que sean “significantes”. Creo que esto no funciona. Con el comportamiento de las personas lo mejor que podemos hacer es enfocarnos en las pequeñas cosas que nos importan como humanos. Aquellas cosas que modifican nuestro comportamiento. Seguro que estos pequeños cambios lograrán grandes cambios en el comportamiento de cada persona en el equipo a manera de que los resultados logrados se multiplicarán. Efecto mariposa.

De los proyectos grandes y la colaboración en equipo

Hay un sentido muy especial de pertenencia cuando se forma parte o se lidera un equipo de alto rendimiento. Estoy seguro que este sentimiento proviene de esa cualidad humana que tenemos de querer construir más y mejores cosas en el mundo. A pesar de que muchas veces no tenemos la madurez o la sabiduria para verlo, es en estos momentos de logro que nos damos cuenta de las limitaciones que tenemos y de lo importante que es colaborar con otras personas.

Este sentido de pertenencia y logro que sentimos al cumplir con éxito un gran proyecto en equipo nos recuerda que no estamos solos en el mundo. Que necesitamos de otras personas con una gama distinta de talentos y habilidades para construir cosas que trasciendan. Que somos interdependientes y que como humanos tenemos mucho que dar en este mundo!

Así me siento hoy. Veo los resultados de varios proyectos en los que estoy involucrado. En cada uno de ellos juego distintos roles. Y también veo que en todos estos proyectos hay algo en común: que solo nunca los hubiera podido haber realizado.

Una muy buena razón para la tolerancia

Muchas veces he pensado en por qué dejamos pasar tantas cosas. Cosas como la corrupción, la violencia, la falta de respeto a la leyes, la inpuntualidad, etc. A todos nos molesta que estas cosas ocurran. Entonces, ¿por qué tan pocas veces decidimos condenarlas?

Creo que se por qué puede ser. Creo que es porque muy en el fondo sabemos que nosotros mismos podemos llegar a ser los transgresores. Que dadas las condiciones “correctas” nosotros mismos podemos ser los corruptos, los violentos, los criminales, los impuntuales, etc.

Creo que tan solo las actitudes destructivas que no toleramos son las que en realidad no llegaríamos a practicar bajo ninguna circunstancia.