La lucha por bajar de peso (mental)

Al escuchar “bajar de peso” inmediatamente pensamos en dietas, ejercicio y ropa apretada. Creanme, yo he estado ahí. Al día de hoy he bajado 130 libras desde que alcance mi peso máximo de 300 libras. Hoy peso 170 libras. Esa batalla ya fue ganada.

Ahora les digo que ganar la lucha por bajar peso corporal es difícil. Requiere de disciplina, autocontrol y constancia. Pero con todo esto, que es bastante, bajar peso corporal es un juego de niños comparado a bajar peso psicológico.

Sí, “bajar de peso” no solo aplica al cuerpo. También aplica para la mente. El peso de pensamientos negativos, miedos, angustias, remordimientos, apegos, dudas, etc. que cargamos con nosotros día tras día es lo más difícil de vencer.

El cuerpo se acostumbra a ciertos hábitos de alimentación y ejercicio. Cuando los hábitos son dañinos, el cuerpo se reciente y en muchas ocasiones sube de peso. De igual manera, la mente se acostumbra a ciertos patrones de pensamiento e interpretación que cuando son destructivos hacen que nuestra experiencia de vida sea pesada y mayormente negativa.

Al igual que cuidamos nuestro cuerpo, debemos cuidar la mente. De esto depende nuestra felicidad. El problema es que, a diferencia de lo que sucede con el cuerpo, con la mente ni siquiera nos damos cuenta que necesitamos bajar peso. Al principio nos resulta imposible ver que estamos mal y que necesitamos cambiar. Tomamos nuestra situación actual como “normal”.

Y no estoy hablando de desordenes psicológicos o psiquiátricos extremos. Estoy hablando de la experiencia diaria que todos tenemos viviendo nuestras vidas. Seamos honestos. Nuestras experiencia no es tan “ligera” que digamos.

Vivimos adictos a la aprobación de otras personas y cualquier rechazo nos desarma por días a la vez. Nuestras mentes están constantemente fabricando historias de horror que nos mantienen ahogados en miedos que nunca llegan. Los errores del pasado jamás nos liberan de culpas que no existen. Nuestras relaciones están manchadas con enojos y envidias. Sufrimos por creer que necesitamos esto o aquello para ser felices. Esto no es cierto. Esta no es manera de vivir.

Bajar peso psicológico requiere que despertemos, que aceptemos que no estamos bien y que deseemos vivir nuestras vidas más cerca de la realidad. Esto resulta ser difícil. Muy difícil. La programación que hemos recibido desde pequeños luchará contra nosotros hasta el final.

Cambiar nuestra psicología es bastante más difícil que bajar 130 libras. De hecho, no podemos bajar 130 libras sin antes cambiar nuestra manera de pensar. Es ahí en donde debemos trabajar primero.

Pero vale la pena. La recompensa de la liberación mental es bastante más gratificante que bajar cualquier cantidad de peso corporal.

¿Puede una dieta alta en grasas mejorar tu salud? Parece que si

Quiero empezar diciendo que mi experiencia personal soporta lo que describiré a continuación. Me he estado atorando de chicharrones, huevos, tocino, etc. y he perdido 27 libras en 3 meses. He bajado mi grasa corporal y subido mi masa muscular. Duermo mejor y tengo mas energía durante el día. Claro, balanceo toda esta grasa con vegetales y “berries”.  Mi rendimiento corriendo a mejorado mucho y nunca me había sentido tan bien en mi vida.

En mi caso personal he estado siguiendo una dieta basada en Atkins y lo único que he hecho es reducir mi consumo de carbohidratos. Los resultados que he tenido han sido tan bueno y se han visto replicados en un par de amigos que no me pareció casualidad ver que este artículo está agarrando mucha fuerza en Internet:

La comunidad médica reconoce su error: las grasas no son el problema

El artículo se centra en comunicados del American Heart Association en los cuales publican resultados que muestran que una dieta baja en grasas no ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Al mismo tiempo liberan resultados que muestran que las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas  y proteínas si ayudan.

El artículo detalla que debes comer y que evitar para lograr cambios radicales en tu peso, salud y calidad de vida. Te sorprenderá ver las listas! Pareciera ser que tenemos 50 años equivocados.

Equivocarse no está para nada mal. Es como aprendemos. Lo que creo que va a ser muy difícil es que como sociedad logremos cambiar un paradigma tan arraigado como lo es “las grasas son malas”. Menciono esto por la reacción que veo en muchas personas con quienes comparto que es lo que estoy comiendo cuando me preguntan que estoy haciendo para mejorar mi salud.

Como todo en la ciencia, nada está escrito y hay mucho para debatir. Me gustaría mucho que dejaran sus comentarios e impresiones una vez hayan leído el artículo que vinculé arriba. De mi parte, seguiré con la dieta alta en grasas y proteínas pero baja en carbohidratos. Me está funcionando de maravilla!