Amor propio, dolor y un Hot-Dog

Acabo de leer una historia que por alguna razón conmovió hasta lo más profundo de mi ser:

Una familia sale a cenar. Cuando llega la mesera cada uno de los papás pidió su orden. Un segundo después su pequeña hija de 5 años con mucha ilusión también hizo su pedido: “¡Yo quiero un hot-dog, papás fritas y una Coca-Cola por favor!” “Claro que no,” interrumpió inmediatamente su papá y volteando a ver a la mesera agregó, “Ella comerá un pastel de carne, puré de papás y leche”. Volteando a ver a la niña con una sonrisa la mesera le dijo, “Cariño, ¿Que quieres que le agregue a tu hot-dog?” Después de que la mesera se retiró, la familia permaneció sentada en silencio y en shock. Unos minutos después la niña con brillo en sus ojos dijo, “Ella piensa que yo soy real.”

— Jack Kornfield y Christina Feldman

¿Qué es lo que exactamente me pegó de la historia? Todavía no lo he logrado terminar de comprender pero de alguna manera me sentí muy relacionado con la niña y esa sensación de ser “invisible”, de no pertenecer.

Creo que todos hemos tenido una serie de experiencias que han contribuido a formar una narrativa dentro de cada uno de nosotros que nos dice algo parecido a, “No soy suficiente, algo me hace falta para poder pertenecer, para ser tomado en cuenta.” Al menos así es como pienso muchas veces yo. No es divertido.

Puede ser difícil de aceptar pero creo que después de muchos años de estar reforzando este tipo de narrativas adentro de nuestras cabezas podemos llegar a desarrollar un rechazo interno hacia nosotros mismos.

Esta es una de las más grandes tragedias que podemos experimentar como seres humanos, no querernos tal y como somos. Creer que estamos fundamentalmente incompletos y que no merecemos amor es una fuente de sufrimiento inmensa que se puede llegar a erradicar.

Después de todo, esas creencias se aprenden a través de vivir historias como la de la niña y su hot-dog. Cuando algo se aprende, también se puede desaprender.

Mi experiencia llevando un diario (a mano) durante un mes

¿En que es lo primero que piensas cuando escuchas la palabra diario? Para durante casi toda mi vida mi fue un cuaderno rosado de una niña que está corriendo detrás de su hermano porque el se lo quitó y está amenazando con decirle a sus amigas lo que está ahí escrito.

Ya muchas veces intenté llevar un diario personal. Todas las veces fue un fracaso rotundo. El factor común: todas las veces traté de hacerlo en digital (computadora, iPad, etc.) y todas las veces traté de ser muy estructurado y formal. En mi caso, 2 o 3 días de forzarme a escribir “algo revelador” y luego a dejarlo olvidad. 0 beneficios. Kaput.

Al mismo tiempo empecé a notar que mi esposa todos los días estaba anotando por segundos en una pequeña libreta todos los días. Sin horario fijo ni un gran ritual alrededor de hacerlo. Al día de hoy no tengo idea que escribe ahí pero el tan solo ver la constancia y aparente facilidad de su proceso me llamó mucho la atención.

“Documentar los pequeños detalles de tu vida diaria se convierte en una celebración de quien eres”  

— Carolyn Hamilton

Así que decidí hacer un ultimo intento, aplicar los consejos de Tim Ferriss y muchos de sus invitados en el podcast The Tim Ferriss Show e intentar llevar un diario escrito a mano y sin estructura (algo hasta que hasta este momento yo consideraba un disparate) y ver que pasaba. ¿Que podía perder?

Así que a finales de diciembre compré una simple agenda y me propuse llevar un diario escrito a mano durante todo el mes de enero. Estos fueron mis mas grandes aprendizajes:

  • No tener un plan o estructura a la hora de escribir tu diario permite que todo lo que está abrumando tu subconsciente fluya y después de varias sesiones lo podrás plasmar en el papel sin tener que pensarlo. Esto empieza a dar una sensación de calma y tranquilidad.
  • Algo mágico pasa entre la mente, la mano y el papel. Toda mi vida quise utilizar una computadora o similar para luego poder buscar, taggear, ordenar, etc, mis notas para “nunca olvidarlas”. Esta ansiedad desapareció al momento de escribir en papel. Al menos yo, he experimentado una gran satisfacción de saber que ya lo “saqué” de mi y está capturado en el papel.
  • Leer las notas del día anterior permite entender como estuviste operando el día anterior y como manejaste las situaciones del día. Repetir este proceso una y otra vez ha hecho evidente varios patrones de comportamiento que tengo y un panorama bastante completo de como llevo mi vida a nivel diario. Poder ver esto me ha permitido destilar varios aprendizajes puntuales de cosas que quiero mejorar en mi vida.
  • Analizar lo que escribes te permite entender un poco mejor lo que pasa a tu alrededor y ver como las decisiones que tomas afectan tus resultados.
  • No se necesita ser un literario o escribir cosas bien redactadas o coherentes todo el tiempo. Dejar salir lo que tienes en la cabeza sin censura es a la vez liberador y muchas veces muy revelador. No tener CTRL Z (undo) o una manera fácil de corregir ha sido fenomenal y me ha enseñado a estar más tranquilo con mis propias imperfecciones y la naturaleza errática del mundo. Algo que no me sucede cuando escribo acá en el blog.
  • Al final del día, llevar un diario a mano me ha permitido conocerme a mi mismo un poco mejor y poderme ver desde “lejos”, casi como un tercero, permitiéndome ver cosas que nunca antes había visto y que ahora puedo empezar a trabajar para seguir construyendo la mejor experiencia de vida que puedo tener.

¿Ustedes llevan un diario? ¿Como lo llevan? ¿Cuales han sido sus experiencias?

Ahora es el mejor momento

No ayer, no mañana. Ahora. ¿Por qué? me puedes querer preguntar–

Por qué hora, este instante es lo único que tienes. Es lo único que es real.

Ahora, este preciso momento es lo que te permite estar soñando con el futuro. Es en este mismo  instante en el que estás sufriendo por un pasado que ya dejó de existir.

Como podrás ver, el pasado y el futuro tan solo existen en el presente. Es la decisión que tomas ahora, en este momento, que determinará como será ese futuro que te agobia y que aún no existe. También es lo que decides hacer con lo que recuerdas del pasado lo que determina como te sientes ahora y que es lo siguiente que harás.

No te engañes mas. Vivir en el presente es lo único que vale la pena. Ahogate en tus propios sentimientos y vive cada emoción al máximo. No te escondas mas. Conectate a fondo con cada experiencia y hazte amigo de tus pensamientos.

Aprecia cada momento, sin ansiedad, sin querer estar en algún otro lugar. El mundo es maravilloso. Tu vida también! Empieza a vivir hoy!