La experticia es arte

No sé cuantos de ustedes han tenido la oportunidad de ver a alguien hacer algo a un nivel que pareciera estar fuera de este mundo. Me imagino que la gran mayoría de ustedes ha tenido esa oportunidad. Es algo realmente inspirador.

Cuando alguien hace algo con gran experticia, sin importar lo que sea, lo percibimos como arte. Un gol de Pelé, una empresa de Elon Musk, un libro de Hemingway o la retórica de Platón. Todo expertos. Todos artistas. Todos maravillosos.

A todos nos gustan las personas que operan con profesionalismo y son expertos en lo que hacen. Ya sea que estemos trabajando en el mismo equipo que ellos o que tengamos el privilegio de disfrutar los frutos de su trabajo, la experiencia siempre es la misma: es un deleite ver a un artista trabajar.

Todas estas personas que dedican día tras día y hora tras hora a constantemente pulir sus habilidades hasta llegar a ser los mejores del mundo en lo que sea que hacen son los artistas que cambian el mundo. Son los héroes que nos muestran a los demás hasta dónde se puede llegar. Son los líderes que definen los nuevos estándares e inspiran a los demás a alcanzarlos también.

La experticia es arte y creo que todos tenemos algo de artista en nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es encontrar algo que realmente nos apasiones y dedicarle el tiempo y energía necesarios para dominarlo. Después de un tiempo nos convertiremos en expertos y en ese momento podremos empezarle a regalar al mundo el arte que tanto necesita para convertirse en un mucho mejor lugar.

La inspiración no “llega”, se crea

Cuando uno habla con personas “creativas” es muy frecuente escuchar que no se ha avanzando porque la inspiración aún no ha llegado. Un corolario de este tipo de comentarios es que estas personas empiezan a hacer inversiones gigantes para tratar de crear ambientes que les fomenten la creatividad —pero siempre les hace falta algo más.

Con el paso de estos 533 días seguidos en los que he logrado publicar un post diario he aprendido que la inspiración no “llega”, uno la crea. O esto es cierto o he tenido una gran suerte y la inspiración ha llegado a mí sin falta cada día durante todo este tiempo.

Es innegable que un buen café, buena música, la luz adecuada y 0 interrupciones es algo que ayuda muchísimo. Pero esto no quiere decir que estas cosa sean necesarias para poder ser creativos. Lo único que se necesita para crear es sentarse a trabajar, vencer esa sensación de inseguridad que surge cada vez que vamos a hacer algo creativo. Después de todo, siempre que hacemos algo creativo existe el riesgo de que no vaya a funcionar. Esto puede ser una experiencia bastante incómoda.

Decir que la inspiración no ha llegado no es más que una excusa. Es una manera de evitar la responsabilidad de traer algo nuevo al mundo. Es la máscara tras la que tantas veces nos escondemos para no correr el riesgo de probar algo nuevo que pudiera fracasar. Aunque sé que la presión de estar sentados frente a una página en blanco (literal o metafórica) es grande, no debemos sucumbir. El mundo necesita de nuestra creatividad y de nuestros proyectos. La única manera en que constantemente podremos cumplir es aceptando que la inspiración no “llega”, se crea.

El arte de la recta final

Hay personas que prefieren tomarse su tiempo. A mí me gusta la adrenalina de la recta final. Aunque si me preguntaran les diría que la recta final me causa ansiedad y que la detesto, la verdad es que es la recta final es lo que saca lo mejor en mí.

La historia siempre es igual. Esta vez sí lo voy a hacerlo con tiempo. Esta vez no lo voy a dejar para última hora. ¡Mentiras! Una vez más estoy por irme a dormir temprano tan solo para levantarme mañana súper temprano, con el filo de la navaja balanceándose sobre mi, para cerrar con broche de oro lo que debo terminar. Realmente vivo en el arte de la recta final.

El arte y las emociones

Confieso que todavía no soy una persona que experimente sus emociones profundamente. Pero tampoco esto tan lejos cómo antes. Vamos poco a poco.

Hoy por la tarde vi el final de la película Mi Amigo el Dragón. Me sentí bastante conmovido, inspirado y motivado. Si fue una experiencia fuerte de emociones. Me gustó.

El arte, ya sea cine, música, pintura, poesía, etc. tienen ese mágico poder de despertar ese mundo secreto que podemos experimentar los humanos a través de sentir nuestras emociones.

Y la relación entre el arte y las emociones es recíproco. Cuando experimentamos emociones profundas naturalmente buscamos una manera creativa de expresarlas y esto usualmente culmina en un proceso creativo artístico.

Es cierto, no todas las emociones que experimentamos son positivas. Tampoco todo el arte que existe inspira. Esto realmente no importa. Lo que importa es que estemos abiertos a sentir plenamente nuestras emociones en el momento que lleguen y que tengamos las vulnerabilidad necesaria para expresar eso que sentimos.

Solo asó podemos regalarle al mundo un poco de ese arte que todos llevamos dentro.