Prisionero de la rutina

Sin embargo, como con todo en la vida, se debe tener precaución. Si no tenemos cuidado, podemos caer prisioneros de nuestras propias rutinas. Es en ese momento que la rutina ya no nos sirve a nosotros. Nosotros empezamos a servirle a la rutina.

El paso del tiempo

Gracias al paso del tiempo es que tenemos la oportunidad de construir nuestras vidas. Somos nosotros los que muchas veces pasamos años viviendo sin realmente vivir —desconectados. El paso del tiempo no se detiene y la vida avanza, queramos o no.

El camino de regreso

Lo que si sé es que el camino de regreso no va a ser hacia el lugar de donde partimos. La severidad de la situación, las medidas bajo las que se ha regido el país y los cambios de vida que todos hemos experimentado han cambiado el curso de la humanidad para siempre. Vamos a regresar a un lugar en el que nunca hemos estado.

El arte de comprender

Comprender es preferir recibir una sorpresa que obtener una respuesta. Es hacer preguntas con una genuina curiosidad que busca encontrar lo que antes se desconocía. Es sentirse cómodo con la incertidumbre y aceptar las cosas como realmente son.

La travesura del mortero y la pasta de dientes

Todavía lo puedo ver en mi mano. Un triangulo de papel periódico con pólvora compactada con mucha presión en su centro. La mecha colgaba de un vértice del triángulo color rojo.

Hay una distancia

El camino es la aceptación. Aceptar que si, hay una distancia entre como soy y cómo quisiera ser. Aceptar que me falta camino por recorrer. Aceptar que tengo miedo de verme como soy. Pero también aceptar de que he hecho lo mejor que he podido con buenas intenciones en el corazón.

Lo maravilloso de recordar

No hay palabras que puedan describir la capacidad que tiene la música de transportar los sentidos a otro tiempo y lugar. Así que hoy gracias la música me puse a recordar.

Como nos veíamos unos meses atrás

Tan solo hace unos cuantos meses atrás todo era diferente. Yo era diferente. Tú eras diferente. El mundo ha cambiado tanto que cuesta reconocerlo; a estas alturas probablemente nosotros también ya somos irreconocibles.

El hombre que volvió a ver el color

Es cierto, la incertidumbre se respiraba en el aire pero la situación no tenía por qué extirpar la vida y las ganas de luchar de toda una población.

La gran pausa

“No es a la muerte a lo que un hombre le debe temer,” nos recuerda Marco Aurelio, “a lo que en realidad le debe temer es a nunca empezar a vivir.”
Con esta pausa llega el cambio de ritmo necesario para encontrar lo que esa nueva vida pudiera ser.