El momento perfecto

Este momento es perfecto. Todos lo son. Son nuestras expectativas y deseos los que no están en sintonía con la magnificencia del momento. Si aprendes a ver el mundo desde SU punto de vista, verás que todo siempre está bien.

Si algo sucede que no está de acuerdo a tus planes te molestas. Pero, ¿quien te dijo que el universo debe obedecer a tu voluntad? ¿Son tus planes la mejor manera de mover al mundo hacia el futuro? Con todo respeto te digo, sinceramente lo dudo mucho.

Los pensamientos acerca del futuro y los dolores que has experimentado te alejan del lo que ya tienes hoy. No te dejan apreciarlo e incluso hay momentos que con toda la rabia de tu ser lo empiezas a despreciar. No seas ingrato! Cada momento de tu vida es una maravilla que no debes dejar escapar.

Como todos los demás, quieres un futuro mejor. Y es importante trabajar por él. Pero no desde el punto de vista de que este momento que estás viviendo no es “perfecto”. Trabaja por tu futuro como si fuera un tipo de evolución, como la progresión natural de tu vida. Esto te ayudará a encontrar el camino, a apreciar el momento y nunca más volverás a vivir otro momento que no sea un momento perfecto.

Dónde conseguir el tiempo

Todo lo que quieres que vale la pena necesita tiempo. Si tú no estás dispuesto a dedicarle el tiempo que necesita, puedes estar seguro que alguien mas si lo hará.

¿Cuántas veces has visto a alguien más lograr algo que tú querías hacer? La reacción es siempre la misma. “Yo debí haberlo hecho, yo lo iba a hacer.” Pero la realidad es que tu no lo hiciste. La otra persona sí. Ella si le dedico el tiempo, tú no.

Si quieres hacer ese proyecto que puede cambiar el mundo —o al menos cambiar tu vida— necesitas encontrar el tiempo necesario para hacerlo. Las horas no solo aparecen de la nada. Las tienes que crear tú. ¿De dónde vas a sacar el tiempo?

El tiempo que necesitas lo debes robar. “Las horas que necesitas se las debes robar a la comodidad”, escribe Derek Sivers en el artículo que inspiró este post. Qué cierto es! Cosas como eliminar distracciones, apagar Netflix y perder menos tiempo con el teléfono pueden ser las primeras cosas que puedes considerar.

También le puedes robar tiempo al miedo. Hay muchas horas disponibles escondiéndose detrás del miedo que no te deja empezar el proyecto, que no te permite tomar la decisión. Hay mucho tiempo perdido por la parálisis que el miedo a fracasar te está causando.

Suficiente tiempo perdido, ha llegado el momento de actuar.

No sé

No sé

La mente de principiante —aquel estado de cuestionar y querer entender a fondo— es una herramienta muy poderosa. Es un estado de humildad que permite constante a aprendizaje y crecimiento. La mente de principiante nace con la frase “no sé”.

Aunque un experto tiene muchas ventajas sobre un principiante, hay algo que el principiante siempre tiene de ventaja sobre el experto: el desconocimiento de cómo “debieran” ser las cosas. El experto, gracias a años de práctica y estudio, ha solidificado en su mente estructuras mentales, experiencias previas y conceptos que le serán muy difíciles de cuestionar. El principiante, gracias a su desconocimiento, tiene poco sobre que construir y su mente estará más abierta a probar posibilidades que otros probablemente no verían. Está dispuesto a cuestionar y experimentar.

Esto no significa que convertirse en experto sea algo malo. Lo único que quiere decir es que a menos que se haga un esfuerzo consciente de mantener una mente de principiante, un experto fácilmente puede caer en un estancamiento de ideas, innovación y progreso debido a la aceptación automática de principios ya aprendidos. Puede caer preso a la falta de cuestionamiento.

El antídoto ideal para este fenómeno es la pequeña frase de dos palabras que está al final del primer párrafo “no sé”. Poder pensar y decir esta frase de corazón requiere mucha convicción, humildad y deseo de mejorar.

Decir no sé es difícil por qué es emocionalmente incómodo. Especialmente cuando se tiene una fuerte asociación con una identidad de experto. Los expertos se supone que deben saber. ¿Cómo es posible que un experto no sepa?

Pero la verdad es que la historia nos ha enseñado que las verdades que se han descubierto tienen un tiempo limitado de vida. Por ejemplo, la idea de que el sistema solar tiene 9 planetas par mi era —y si soy sincero aún es— verdad. Es lo que aprendí en el colegio durante mis años formativos y cambiar mi postura al respecto me resulta extremadamente difícil.

¿Cuantas cosas más se han creído verdaderas que ahora —por lo menos momentáneamente— se han probado falsas? La tierra es plana. Desangrar pacientes les puede curar y salvar la vida. El humano sufrirá daños irreparables si viaja a más de 15km/hr, la esclavitud es buena, etc.

Es cierto que resulta difícil creer en un mundo en el que nuestras creencias más enraizadas sean destrozadas. Es difícil abrirnos a creer que lo que consideramos más sagrado y más seguridad nos da pudiera ser falso. Pero tan solo imaginemos a una persona que vivió en 1850 y proyectemos su reacción al decirle que puede cruzar el atlántico en avión en tan solo 6 a 7 horas y que el ser humano ya puso los pies en la luna. No lo podría creer. Lo seres humanos no vuelan y mucho menos viajan a la luna.

¿Podrán los seres humanos colonizar Marte? No sé. ¿Podremos llegar a vivir 200 años? No sé. ¿Se podrá curar el cáncer? No sé. ¿Hay alguna manera mejor de hacer el trabajo para el que me considero experto? Aunque ahora no sé cual sea, estoy seguro que si.

La dificultad de empezar

Al igual que la parte más difícil de mover un objeto es empezar, la mayor dificultad de echar a andar un proyecto es arrancarlo. Es tan fácil olvidar que un viaje de mil millas siempre empieza con un solo paso.

Parece ser que hay una cierta inercia que se debe romper para dar inicio a un proyecto. Esta inercia a menudo está acompañada de una dramática exageración sobre la dificultad del trabajo por hacer. Los dragones a vencer parecen ser mucho más feroces de lo que en realidad son.

El primer paso es el más difícil de dar. También es el más importante ya que después de dar ese primer paso el resto del camino es cuesta abajo. Una vez se vence la inercia inicial, todo fluye con mayor facilidad.

Este proceso es bastante engañoso y si no se tiene cuidado el inicio de cualquier proyecto se postergará innecesariamente por el simple hecho de que no se quiere empezar. Podrán haber mil justificaciones falsas pero la verdadera razón de por qué no se ha empezado es porque no se ha logrado romper la inercia inicial.

Al sobrepasar la dificultad de empezar el proyecto estará en movimiento y cuando hay movimiento todo camina mejor. Lo más importante es estar en constante movimiento y no detener la marcha hasta llegar al final.

Nada mas que recuerdos

La única manera que tiene una persona de poder evaluar la calidad de su vida es través de los recuerdos que tiene almacenados en su memoria. La memoria no es perfecta y los recuerdos que se almacenan son tan solo versiones distorsionadas de los eventos que realmente ocurrieron.

Esto quiere decir que la evaluación que una persona hace constantemente respecto a la vida que ha llevado está fuertemente influenciada por sus recuerdos y la forma en que recuerda su pasado.

Los seres humanos experimentan su vida en base a los pensamientos y recuerdos en los que se están enfocando en el momento. La experiencia que se está teniendo en cualquier momento está determinada por los pensamientos que están presentes. No hay nada más en nuestro mundo que aquello en lo que estamos pensando en ese momento.

Una manera muy fácil de probarlo es simplemente responder las siguientes preguntas en orden:

¿Que tanto te gusta tu carro?

¿Que tanto te gusta tu carro cuando no estás pensando en él?

Lo más probable es que tu respuesta a la primer pregunta fue algo como mucho, un poco, me gustaba más antes o algo similar. La segunda pregunta fue un poco más difícil de responder y te detuvo a pensar. La mayoría de personas, después de un tiempo de pensamiento, llegan a la conclusión de que su carro simplemente no les puede gustar o no gustar cuando no están pensando en él.

Exactamente lo mismo ocurre cuando se evalúa ¿Qué tanto me gusta mi trabajo? ¿Qué tanto me gusta mi familia? ¿Qué tanto disfruto de mi vida? Etc.

Lo único que se tiene disponible para evaluar qué tanto nos gusta algo son los recuerdos que tenemos de lo que estamos evaluando.

Toda nuestra vida no es nada más que la suma de los recuerdos que tenemos presentes en un preciso momento.

Sueños y tensión

Todas las personas tienen grandes sueños que quieren cumplir. Contrario a creencia popular, las personas siguen soñando durante toda su vida, no solo sueñan cuando son niños. Lo que sí es cierto es que los adultos tienden a abandonar sus sueños más rápido que los niños.

Mi frase favorita que explica de manera clara y concisa por qué los seres humanos abandonan sus sueños tan seguido viene de Seth Godin. La frase es:

“Nunca dejes algo con gran potencial a largo plazo solo porque no puedes manejar el estrés del momento.”

Esta idea es extremadamente poderosa. Los sueños no existen en el presente. Son algo que se debe empezar a construir hoy para que puedan existir algún día en el futuro. En otras palabras, los sueños hoy solo tienen el potencial de existir —son intangibles.

Estos sueños intangibles tienen el potencial real de cambiar nuestras vidas para siempre. En el futuro. En el presente los sueños nos generan estrés. Y es acá en donde entra a batear la segunda parte de la frase de Seth.

Si todo está bien en el momento no hay estrés. Si no hay nada que cambiar y lo único que se busca es mantener las cosas como están no hay estrés. Cuando no hay crecimiento, tampoco hay estrés.

Soñar un sueño con gran potencial necesariamente generará estrés porque la situación actual es radicalmente diferente al mundo que se visualiza en el sueño. La brecha existente entre la situación actual y el mundo en donde el sueño ya se cumplió crea una tensión que se genera por la diferencia que se percibe entre ambos escenarios. Mientras más grande el sueño, más grande la brecha, más grande la tensión y más grande la energía necesaria para cerrarla.

Cualquier sueño que valga la pena lograr, requiere de energía para poderse cumplir. Esta energía generará estrés y el estrés es la razón por la que los sueños se posponen o se llegan a olvidar por completo. El estrés se vive hoy, el sueño se concreta en el futuro. No dejes que el estrés y la tensión de hoy te impidan lograr tus sueños de mañana.

Cuando mas se necesita

Hay hábitos que definitivamente nos ayudan a estar mejor. Podemos poner el ejercicio y comer saludable hasta arriba de la lista. Otros que vienen a la mente son leer, meditar y dormir bien.

Mantener cualquiera de estos hábitos “positivos” requiere de energía y compromiso. No vienen de gratis. Pero el beneficio que traen es grande. Sostener un hábito positivo, sea cual sea, mejora considerablemente la calidad de vida.

Se sabe que toda persona va a atravesar momentos difíciles en su vida. Es en estos momentos cuando más se necesitan los hábitos positivos. Irónicamente es en estos momentos cuando la mayoría de nosotros los abandonamos por completo.

Cuando las personas están estresadas por situaciones de trabajo, la tensión les drena la energía, dejan sus rutinas de ejercicio y empiezan a beber. Cuando un persona está en un estado emocional “depresivo” descuida su dieta y come muchos azucares. Cuando las cosas se ponen difíciles tendemos a darnos permiso de bajar la guardia y cambiamos los buenos hábitos por otros no tan beneficiosos. Creo que tiene que ver con querernos consentir por la lástima que sentimos hacia nosotros mismos por las dificultades que estamos experimentando. Qué gran error!

Es en estos momentos difíciles cuando mayor impacto tienen los hábitos positivos en la vida de una persona. Es cuando más estresado se está que el esfuerzo de hacer ejercicio oxigena la mente y relaja el cuerpo. Es cuando más deprimida está una persona que una dieta saludable ayuda a subir el ánimo.

La tentación en los momentos difíciles es grande. Y es estos momentos cuando más se necesita no caer. Es en estos momentos cuando más se necesita aferrarse a los buenos hábitos que tanto ha costado construir. Después de todo, es para usarlos en estos momentos que se decidieron construir.

Con los ojos de alguien mas

Dar consejos a otras personas es fácil. Los problemas que nos angustiarían si fueran propios se pueden ver con claridad cuándo le ocurren a alguien mas. Es fácil resolver cuando no se está emocionalmente involucrado.

¿Cuántas veces me he encontrado pensando en por qué no puedo seguir los consejos que tantas veces le he dado a amigos, familiares o clientes? Obvio. Porque cuando los problemas son míos estoy involucrado. No me puedo distanciar y el problema pasa a ser parte de mi identidad. YO soy el que tiene el problema. Peor aún, YO soy el problema.

Pero la receta ya está dada. Ya acordamos que dar consejos es fácil. ¿Qué tal si de alguna manera pudiera ver mis propios problemas a través de los ojos de alguien mas? Sería genial, ¿no? Pues resulta ser que sí es posible. Tan solo se requiere un poco de imaginación y esfuerzo mental.

Los ejercicios de visualización pueden ayudar a ver una situación desde una perspectiva totalmente diferente. En este caso, piensa en una persona que pudiera estar experimentando el problema que tienes. Idealmente debe ser una persona que consideres que tiene la capacidad de resolver el problema. Luego hazte la pregunta, ¿cómo resolvería esta persona el problema? Metete en la historia y deja ir toda tu aprensión. Déjate llevar tal y como si estuvieras en un cine inmerso 100% viendo una película. Juega el papel y resuelve el problema desde el punto de vista del personaje seleccionado.

Experimenta tu problema a través de los ojos de alguien mas. La respuesta llegará.

Amigos de responsabilidad

La persona más fácil de engañar eres tu mismo. Como juez y parte, siempre saldrás ganando. Es cierto, a muchos les compramos excusas, pero con nosotros mismos arrasamos con todo lo que esté en oferta. No es sorpresa que sea tan difícil responsabilizarse a sí mismo.

Del otro lado de la moneda existe el concepto da la presión social. Usualmente la presión social se presenta en un tono negativo —el joven empezó a fumar por la presión de sus amigos. La presión social al final del día es una herramienta cultural que ha ayudado a sobrevivir a la humanidad por cientos de miles de años. Al igual que cualquier otra herramienta, se puede utilizar para bien o para mal.

¿Cómo se podría ver la presión social utilizada para bien? Imagina un grupo de Whatsapp que has creado con 4 ó 5 de las personas que más admiras dentro de tu circulo de conocidos. Este grupo de Whatsapp solo tiene un objetivo: Hacer compromisos serios hacia los demás miembros del grupo y reportar si los compromisos se cumplieron o no. Eso es todo.

Esta idea no es nada nuevo y no es algo que yo me esté inventando. Lo que si les puedo decir es que es una herramienta que utilizo todos los días de mi vida y he logrado un sinfín de cosas que no hubiera logrado de no tener este grupo de apoyo. Mis compañeros también han logrado bastante. No somos diferente a los demás y somos muy vulnerables a comprarnos excusas y no ser responsables ante nosotros mismos. Para lograr más, nos necesitamos.

El nombre que se le da tradicionalmente a este tipo de iniciativas —sean en Whatsapp o cualquier otro medio— es el de “Amigos de responsabilidad”. Para que una iniciativa de amigos de responsabilidad funcione se necesita:

  • Admiración y respeto entre todos los miembros del grupo.
  • Un compromiso serio de cumplimiento por cada persona que se une al grupo.
  • Baja tolerancia a cualquiera que no cumpla sus compromisos. Estándares altos.
  • Deseo colectivo de superación. Ganas de crecer y de ver a los demás crecer también.

La presión social puede ser algo maravilloso cuando se utiliza para bien. Si realmente quieres lograr todo aquello que aún no has logrado, da el paso y haz el compromiso. Crea tu grupo de amigos de responsabilidad y empieza ya. No te. arrepentirás.

Dejar de hacer

Un mejor futuro. El sueño que algún día llegará. La vida que siempre todos han querido. Todos estos anhelos están compuestos por nuevos proyectos, tareas que hacer y retos que cumplir. El problema es que nunca hay tiempo para hacer estos proyectos.

Digamos que estás en el trabajo. Entonces no estás en casa con tu familia. Digamos que estás en una llamada con tu jefe. Entonces tu atención no está con tu hijo que está a tu lado. Digamos que estás en una cita con tu esposa. Entonces —idealmente— en ese momento no estás pensando en el trabajo.

¿Qué tienen en común todos estos escenarios que acabo de listar? Correcto. En cada caso no puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo. Para hacer uno, necesariamente debes de dejar de hacer el otro.

Preguntarte que vas a dejar de hacer a veces es más importante que definir el siguiente gran proyecto de tu vida. Después de todo, si estás tan ocupado como dices estarlo, debes dejar de hacer algo que ya estás haciendo para poder hacer algo mas.

Si tuviera un dólar por cada vez que he visto sugerencias de cómo hacer un mejor “To do List” sería millonario. Rara vez me he encontrado con cómo crear un buen “Not to do List”. Una lista de las cosas que no deberías estar haciendo. Recuerda, lo más importante de todo, es tener una lista de las cosas que quieres dejar de hacer. Sin esto nunca empezaras tu siguiente gran proyecto.

Todo en este mundo requiere de un intercambio. Intercambiamos nuestro tiempo por dinero. Intercambiamos nuestros sueños por nuestros miedos. Intercambiamos nuestras prioridades por las de alguien mas. Intercambiamos nuestra comodidad por nuestro crecimiento. Intercambiamos riesgos pr recompensas.

Para tener un mejor futuro tenemos que dejar de hacer algo ya. ¿Qué va a ser?