La estructura es buena. Y también puede ser muy mala. Al igual que todo, la estructura simplemente es. Su utilidad depende completamente de cómo se decida utilizar.
A veces se escucha decir que unos niños necesitan más estructura que otros y que de esto depende que colegio les será más beneficioso. También se escucha decir que todos los niños se benefician de tener mucha estructura durante sus años formativos. No sé.
La palabra estructura también se utiliza para describir la manera de pensar de las personas. Hay personas que tienen pensamientos más estructurados que otras. Se cree que estas personas son menos creativas. Lo opuesto también es una fuerte creencia popular. Las personas con pensamientos “desordenados” son más creativas. En realidad, ¿quién sabe? Yo nunca he visto datos científicos que respalden cualquiera de estas dos creencias acerca de la estructura de los pensamientos de las personas.
En mi experiencia diaria la estructura funciona para:
- Tener reuniones efectivas
- Eficientizar la operación
- Aprovechar el tiempo al máximo
- Ejecutar planes de acción
- Cumplir presupuestos
- Finanzas y contabilidad
En mi experiencia diaria la estructura no funciona para:
- Innovar
- Diseñar nuevos produtos o procesos
- Desarrollar software
- Definir estrategias
- Crear y fortalecer relaciones
- Fortalecer la cultura de una empresa
Al igual que un cuchillo, la estructura puede salvar o matar a una empresa. Como emprendedores es importante entender cómo utilizar de la mejor manera cada una de las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Lo último que debemos hacer es empezar a ver que todo tiene cara de clavo solo porque encontramos un martillo.