Ver más allá

Cada persona con que interactuamos y cada evento que ocurre en nuestras vidas es maravilloso —si tan solo nos detenemos a ver un poco más allá. La falta de inspiración y maravilla en el “día a día” no es nada más que la manifestación de nuestra incapacidad de detenernos y profundizar.

Esa persona que te está atendiendo en el restaurante y aquel vendedor que vez trabajando en la calle esconden una cantidad infinita de magia que te puede inspirar —si tan solo te detienes a ver más allá.

Esa torta de concreto sobre la cual vas caminando y el cielo azul que te rodea desde las alturas son fenomenales, ambos tienen el poder de transportarte a otro mundo —si tan solo te detienes a ver más allá.

Todo, absolutamente todo lo que nos rodea nos puede enseñar a ver cosas que aún no hemos podido ver. Podemos aprender a ver amor en la exigencia y misericordia en la tragedia. Podemos ver riqueza en una persona que está experimentando pobreza económica y amor en los ojos de un ladrón que en determinado momento no supo tomar una mejor decisión. Podemos aprender a ver la sabiduría de la naturaleza en la muerte de un ser querido y la soberbia del humano en una oferta que nos pudiera cambiar la vida para siempre.

El mundo no es cómo lo vemos. El mundo es mucho más hermoso que eso. El mundo es perfecto en todo aspecto y es nuestra falta de percepción lo que no nos deja verlo así.

Este es un buen momento para bajar el teléfono en donde estás leyendo esto o alejarte de tu computador y así poder empezar a ver un poco más allá.

Ahora que te desconectaste, ¿Qué estás viendo que no podías ver hace un instante atrás?

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