Los días más felices son aquellos en los que podemos compartir con aquellos que son importantes para nosotros.
Los días más felices son productivos y terminan con un buen sueño que solo el cansancio nos puede regalar.
En los días más felices hay deporte y hay aprendizaje.
En los días más felices nos ponemos a prueba y superamos un reto que antes no habíamos podido superar.
Los días más felices son aquellos en los que podemos ayudar a alguien y en los que encontramos una solución que antes no habíamos podido ver.
Los días más felices también pueden tener desilusión y estar llenos de dolor. Realmente no importa porque los días más felices son todos aquellos días en los que decidimos ser felices sin restricción.
Los días más felices nunca están contados y de hecho no tienen nada que ver con quienes compartimos o qué pasa a nuestro alrededor. Es más, los días más felices son todos los días de nuestras vidas, si así lo queremos de verdad.