No querer pagar el precio

Todos tenemos muchas cosas que queremos. Muy pocos estamos dispuestos a pagar el precio que esas cosas cuestan. Esto causa una situación de descontento pues cuando pensamos así creemos que el mundo es injusto y que nos está privando de lo que queremos cuando en realidad lo que está pasando es que somos nosotros mismos los que estamos escogiendo no poner el esfuerzo necesario para aprovechar las oportunidades que el mundo no está dando todos los días.