Lo inesperado duele más

Cuando una persona experimenta un evento su reacción al mismo será inversamente proporcional a la probabilidad que le había asignado de ocurrir. Es decir, si el evento era esperado, la reacción será leve. Si el evento se consideraba imposible de ocurrir (probabilidad 0) la reacción será extremadamente fuerte.
Esta es la razón por la que tantos sabios, en todas las diversas tradiciones espirituales, nos recomiendan de una manera u otra estar preparados para cualquier cosa. Esta es la manera más efectiva de evitar las reacciones erráticas que nos hacen perder la cabeza.