Hoy les voy a contar una anécdota que ocurrió tan solo hace un par de años en Buenos Aires, Argentina. Un gran emprendedor, al ver la gran cantidad de carros de lujo que se estaban empezando a vender en el país, decidió invertir en crear una novedosa red de centros de lavado de carros (Car-Wash). Después de todo, las personas que compran este tipo de carros los cuidan, quieren que siempre se vean bien y están dispuestos a pagar por un lavado bien hecho.
Nuestro emprendedor estudió el mercado y todos los análisis que hizo le validaron la idea de que un Car-Wash premium sería un rotundo éxito. Así que manos a la obra. Después de 6 meses los primeros locales empezaron a abrir y tal como los estudios lo habían indicado, los clientes empezaron a llegar en grandes cantidades. Todo iba marchando muy bien hasta que una nueva aplicación que utiliza novedosa tecnología de inteligencia artificial para predecir el clima por hora llegó al mercado. Acá fue donde todo se empezó a derrumbar.
Tan solo 8 meses después de que esta aplicación llegó al mercado la industria de lavado de carros en Argentina se redujo a un 50%. Sí, lo leyeron bien. El lanzamiento de esta aplicación que pronostica el clima causó la reducción de la facturación de toda una industria a la mitad.
¿Qué pasó? La precisión de esta aplicación para predecir a que hora va a llover (inteligencia artificial) funciona tan bien que le permite a sus usuarios evitar sacar sus carros precisamente cuando va a llover y así pueden reducir aproximadamente a la mitad la cantidad de veces que llevan sus carros al Car-Wash.
La moraleja de la historia, sí aún crees que tu industria no va a ser afectada por la inteligencia artificial piénsalo otra vez. Es hora de identificar en que maneras crees que la inteligencia artificial podría a afectar las vidas de tus consumidores y prepárarte para los dramáticos cambios que se avecinan.