Amigos, familia y una buena película

Ya es bastante tarde y la verdad no tengo muchas ganas de escribir. Pero debo recordar que hacer lo que uno se propone hacer, incluso cuando uno no tiene ganas de hacerlo, es lo que diferencia a las personas promedio de las excepcionales.

Así que acá estoy una vez mas con mi computadora sobre las piernas, una luz tenue alumbrando mi habitación, el reloj indicando que ya es un nuevo día y mi compromiso de escribir todos los días luchando por no morir. Sé que algún día puede ser que falle pero también sé que ese día no será hoy.

Como todo lo que sucede en la vida hoy no estoy en esta situación por casualidad. Estoy acá por decisiones propias que libremente tomé durante el día. Reconocer esta responsabilidad aliviana la tarea y hace más fácil el poder seguir hacia adelante.

Hoy desde medio día me reuní con un grupo de buenos amigos que aprecio mucho pero que ya no viven en Guatemala. Están de vacaciones por acá así que me tome el tiempo de ir a almorzar con ellos. Extendimos el almuerzo en cena y cuando todos nos despedimos me dirigí hacia la casa de mis suegros en donde estaban Elena y Christian. Resulta ser que justo antes de salir ellos me escribieron para contarme que iban a ver “Black Widow” allá con toda la familia e invitarme para que fuera a verla con ellos. ¿Cómo decir que no a tremendo ofertón? Así que sin dudarlo salí para allá a ver la película.

Y esa es la historia de porque estoy acá medio dormido escribiendo después de media noche —tuve un fabuloso día de amigos, familia y una buena película antes de escribir.