Dolor y meditación

La semana pasada viajé a Birmingham, Alabama para conocer la universidad en donde está estudiando neurociencia mi sobrino (University of Alabama at Birmigham). Después de haber conocido el campus tuvimos una muy interesante conversación en la cual me estuvo contando acerca de un proyecto de investigación en el que está trabajando.

El proyecto consiste en evaluar si la práctica de meditación puede ayudar a personas mayores que tienen artritis a experimentar menos dolor. Los detalles técnicos del experimento no los conozco pero creo haber entendido las generalidades.

Según entiendo, el experimento inicia con una prueba de FMRI (Imagen por resonancia magnética funcional) que se le realiza a todos los participantes. Durante este proceso se puede identificar el grado de dolor siendo experimentado por sus cerebros. Luego de registrar estos datos unos especialistas ayudan a los participantes a desarrollar una práctica de meditación conocida como “mindfullness” y se le pide a cada uno de ellos que practique durante un tiempo determinado.

Al completar su entrenamiento y el período determinado de práctica se le pide a las personas que regresen y vuelvan a hacer otro FMRI para ver si ha habido una variación en su experiencia de dolor. Finalmente se comparan los datos y se busca una correlación entre la práctica de meditación y el dolor siendo experimentado.

Según me cuentan, parece ser que existe una fuerte correlación entre la cantidad de tiempo meditado y la disminución del dolor siendo experimentado. Creo que esto no es una sorpresa para nadie que esté familiarizado con la meditación. Lo que me pareció muy interesante es que ya se esté fusionando la medicina, la ciencia y la tecnología con una práctica milenaria tradicionalmente espiritual como lo es la meditación.

Estoy muy entusiasmado por saber los hallazgos formales del experimento cuando lo terminen. Soy un constante practicante de la meditación y es algo que siempre le recomiendo a las personas que me importan. Creo que les puede cambiar la vida.

Si se llega a determinar científicamente que la meditación puede disminuir el dolor físico que experimentamos, creo que la adopción de la práctica crecerá bastante y muchas personas más podrán experimentar más paz en su interior.

Comparte en redes

Algunos
artículos relacionados

Deja un comentario