Una visión más grande

Las visiones que cada uno de nosotros puede construir en su mente dependen grandemente del entorno al que estamos expuestos. Hasta cierto punto, las visiones que tenemos del futuro y de lo que es posible están limitadas por la cultura en que crecemos.

Esto no quiere decir que tener una visión de un futuro mejor y mucho más grande de lo que las personas que nos rodean tienen sea imposible. Soñar es gratis y con tan solo exponernos por breves instantes a como otras culturas y personas hacen las cosas nos puede abrir las puertas a mundos muchos más grandes de los que jamás antes habíamos podido imaginar.

Me parece muy interesante como tantas personas se “venden barato” no por su falta de habilidades sino que por su falta de visión. Los proyectos, empresas y vidas que construyen no se acercan a alcanzar su verdadero potencial simplemente por no poder pensar en grande.

Nuestras habilidades son mucho más grandes de lo que creemos. Tenemos más capacidad de la que creemos. Podemos tener un impacto mucho mayor en el mundo de lo que creemos. Podemos tener vidas mucho más plenas de lo que creemos. Podemos construir empresas mucho más exitosas de lo que creemos. Podemos ser mucho más generosos de lo que creemos. Y todo esto empieza con una cosa, con una visión más grande.