El momento de actuar es ahora, no después.
Si hay algo importante que hacer, no tiene sentido esperar.
Si algo es difícil hoy, no dejará de serlo solo por qué se coló en la lista de pendientes para después.
Cada intento fallido de iniciar suma a la dificultad de lo que se quiere hacer, mejor dejar de sufrir y empezar de una vez.
Se debe hacer o se puede ignorar. No hay matices de gris. Sí se debe hacer, ahora es el momento. Si no, mejor descartar y olvidar.
En el fondo la decisión de hacer o no hacer ya se tomó. Si la decisión es hacer, a empezar ahora, no después.