Cuando no necesitas del premio

Dejar ir el premio es muy difícil por qué desde que tenemos uso de razón nos enseñan a que hacer algo “bien” amerita un premio. Ya sea que lo que obtengamos venga en la forma de un gesto amoroso de nuestros padres…
Dejar ir el premio es muy difícil por qué desde que tenemos uso de razón nos enseñan a que hacer algo “bien” amerita un premio. Ya sea que lo que obtengamos venga en la forma de un gesto amoroso de nuestros padres…