Nadie quiere una vida llena de dolor y miseria. Nadie quiere cometer un error tras otro. Nadie quiere destruir las relaciones que le dan sentido a su ser. Nadie quiere cargar las cruz del enojo y la ansiedad. Nadie quiere sentir temor y temblar en su interior.
Todos queremos ser felices. Queremos sentirnos bien y pertenecer. Queremos relaciones significativas y experimentar paz interior. Queremos saber qué lo que hacemos es importante y que estamos utilizando bien el tiempo que se nos dá. Queremos estar cerca de las personas que nos importan y dejar de sentir miedo en el corazón.
Lo único que todos queremos es estar bien.