La preparación y el entrenamiento son esenciales para alcanzar altos niveles de rendimiento. Mientras más intensa y constante sea la preparación, mayor será la probabilidad del éxito. Esto pareciera fácil de comprender pero asimilarlo y ponerlo en práctica resulta bastante más difícil de lo que se cree.
Entregar un alto nivel de esfuerzo en ambientes de preparación resulta extremadamente difícil por qué en el fondo se sabe que se está trabajando en un ambiente “simulado”. Para alcanzar un rendimiento adecuado durante el período de preparación se debe condicionar la mente para que “integre” que habrá un beneficio futuro gracias a el esfuerzo presente —un tipo de gratificación diferida.
La mejor manera de lograr esto es visualizar el esfuerzo que se hace durante la preparación como un depósito que se está realizando en una cuenta bancaria de la cual después se podrán hacer retiros en el momento de la competencia.
Esta manera de pensar no es nueva. Frases similares han sido utilizadas a través de los siglos. “Mientras más se sude en tiempo de paz, menos sangraremos en tiempos de guerra”, escribió “Nicolás Maquiavelo”.
Mientras más depósitos se hagan y más grande sea cada uno, más fondos habrán disponibles en la cuenta para retirar cuando más se necesite. Si se quieren tener suficientes recursos disponibles para el momento de la verdad, el momento de depositar es hora. Vamos a entrenar.