Libertad para planear

Hoy para muchas empresas está terminando el segundo trimestre del año. Esto significa que el plan del tercer trimestre ya debe estar listo para empezarse a ejecutar. En las últimas semanas estuve hablando con varios amigos emprendedores y después de varias horas de plática encontré un patrón muy interesante.

Para ser honesto, no sabía que iba a resultar de las pláticas pero lo que encontré no me sorprendió para nada. Encontré que muchos de los procesos de planeación están resultando bastante más difíciles de lo normal. Incluso, pareciese ser que algunos están un poco retrasados —nosotros no somos la excepción.

Considero que esto hasta cierto punto es normal. La situación global de la pandemia ha introducido bastante incertidumbre al sistema y, ya después de más de 3 meses de restricciones, el panorama económico es desalentador.

A más incertidumbre, más difícil planear, ¿correcto? Este es el postulado que ha estado ocupando mi mente durante la mayor parte de los últimos 3 días. ¿Por qué se siente tanto riesgo planear cuando la incertidumbre es grande?

La respuesta es bastante obvia. Planear en un ambiente incierto incrementa las probabilidades de que el plan no se cumpla. No cumplir nuestros planes se siente muy mal. Se interpreta muchas veces como fracaso. Pero no se debe olvidar que el hecho de que un plan no se cumpla NO es lo mismo que fracasar.

¿Qué pasa si vemos nuestros planes como una propuesta que le hacemos al mundo de que es lo que creemos que es el mejor curso de acción a tomar dadas las condiciones actuales? Nada más que eso. ¿Qué pasa si quedamos abiertos a cambiar los planes si las condiciones más importantes cambian lo suficiente? ¿Qué pasa si en lugar de sentirnos encadenados a un plan, liberamos nuestra creatividad para afrontar retos futuros? Realmente creo que incrementamos las probabilidades de lograr nuestros objetivos.

El enfoque debe centrarse en estar constantemente haciendo experimentos. Un plan fácilmente puede verse como un experimento. Si resulta, genial! Si no pues más de algo se aprendió del experimento y se debe tomar en cuenta para la siguiente iteración.

Finalmente, es importante hacer la aclaración de que estoy definiendo plan como la secuencia de pasos a seguir para cumplir un objetivo previamente definido. Muchas veces se confunden los objetivos a lograr en el trimestre con el plan de cómo se van a lograr. Mucho del tiempo de planeación se usa para definir las metas u objetivos.

Claro, en condiciones muy drásticas los objetivos van a cambiar —pensemos en ferreterías que ahora están funcionando como supermercados. Pero realmente las metas del trimestre, aún en condiciones de alta incertidumbre debieran cambiar poco. Más cuando ya se ha pasado cierto tiempo en condiciones similares.

Así que la moraleja de la historia es fijar metas lo más cercanas posible a lo que se quiere lograr. Inmediatamente después empezar a correr experimentos (planes) para encontrar el camino correcto para lograr esa metas. Iterar y corregir rumbo de acuerdo a condiciones cambiantes.

Siéntanse libres para planear.

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