Todos pueden ser héroes. Hoy.

A lo largo de la historia de la humanidad siempre han habido momentos devastadores. Guerras, desastres naturales, plagas y otro sin fin de problemáticas que han requerido de héroes para ser superados.

Al leer “héroes” y “momentos devastadores” en la misma frase saltan muchos nombres rápidamente a la mente. Para mí algunos de estos nombres son: Marco Aurelio, Winston Churchill, Reina Isabela, Gandhi, Napoleon, Cleopatra, George Washington, Simon Bolivar, etc.

Cualquier persona que quiera saber un poco mas acerca de cómo estos grandes personajes vencieron los retos de sus tiempos solo debe buscar sus nombres en Google y listo. También puede comprar cualquiera de los cientos de libros que han sido escritos acerca de ellos.

Pero lo que el internet y los libros de historia han dejado olvidado por siempre –tal vez porque es algo imposible de registrar– son las historias de los millones de hombres y mujeres que han dado forma al mundo desde el anonimato.

Estas son las historias de los millones de almas que a su propia manera vivieron y murieron como héroes; cargando con valor y dignidad los pesos que la fortuna los destinó a cargar. Almas que nunca se rindieron y siempre lucharon por construir un mañana mejor. Almas a las que no les importó el precio que tuvieran que pagar por llegar a ver, como dijo Martin Luther King, Jr., “la tierra prometida”.

Todos estos millones de almas nos recuerdan que ser héroe no solo es liderar a tu país hacia su independencia; también es unir a tu familia y llenarla de felicidad. Ser héroe no solo es guiar a tu imperio a dominar el mundo; también es tomarte el tiempo de guiar a un niño por el camino del bien. Ser héroe no solo es darle esperanza y motivar a todo un país en tiempo de guerra; también es darle esperanza el desamparado que cree que el mundo está por acabar. Ser héroe no solo es pelear por los derechos y la libertad de tus compatriotas; también es actuar libremente y defender tus creencias sin importar lo que piensen los demás.

Estamos en un momento histórico en el cual el mundo que tendrá la humanidad mañana depende de cómo cada uno de nosotros se comporte hoy. Esto no está en las manos de los “líderes” políticos y los futuros héroes sobre los cuales algún día se escribirán libros. El pequeño mundo que cada uno de nosotros tiene a su alrededor necesita de lo mejor que tenemos en nuestro corazón.

No olvidemos ahora que todos pueden ser héroes. Hoy.

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