Ya sea que nos sentemos a contemplar maravillados la formación del universo o que estemos evaluando cualquier cosa relevante que hallamos logrado en nuestras vidas, se vuelve evidente que estas cosas llevan tiempo.
Lo mismo sucede con eventos de menor magnitud: la llegada del fin de semana, ver una serie, completar un reporte, escribir este post, etc. Si tenemos la claridad de verlo así, TODO lleva tiempo. Nada en este universo ocurre sin el paso del tiempo.
Y sin embargo morimos de ansiedad queriendo que todo pase ahora. Nos desvivimos por aquel problema al que no le vemos solución o fin y lo único en que podemos pensar es en que queremos que termine AHORA! Estamos en el trabajo y queremos estar en la casa. Estamos en la casa y queremos estar en el trabajo. Y así en todo momento.
Pareciese que tenemos la infinita capacidad de olvidar nuestras experiencias que nos dicen una y otra vez que todo va a pasar (tanto lo bueno cómo lo malo). Esta manera de ver el mundo tiene 2 efectos muy grandes en nuestras vidas:
- No nos permitimos disfrutar y vivir el momento al máximo. Esto nos lleva a vivir vidas superficiales y llenas de ansiedad.
- No nos damos el tiempo necesario de meditar y reflexionar sobre lo que realmente está sucediendo, previniéndonos así de encontrar las mejores opciones que realmente puedan tener un impacto positivo en nuestra calidad de vida.
Así que hoy recordemos que tenemos tiempo. Si tan solo aprendemos a disfrutar del momento y contemplar de cerca lo que estamos viviendo ahora podremos vivir un ahora mucho más rico y tener un mañana mucho más próspero. No corras.