Los temblores como recordatorio de lo inesperado

Es cierto que las rutinas y los rituales nos ayudan a ser mas eficientes y efectivos. Al mismo tiempo, esto no nos debe atrofiar de estar al filo de la navaja y atentos a eventos inesperados. La realidad es que esa ilusión de control que sentimos de que todo va a seguir igual no está bien fundamentada.

En cualquier momento puede venir un competidor y lanzar un producto al mercado que te saque del mercado (recuerdan el 2,007 cuando Steve Jobs presentó el iPhone? nadi e lo vió venir). En cualquier momento tu mejor colaborador puede decidir lanzar un emprendimiento propio y dejar tu empresa. En cualquier momento tu pareja puede decidir buscar a alguien mas. En cualquier momento tu hijo puede decidur ir a vivir a otro país (mi padre tomó la decisión de ir a vivir a otro continente a los 12 años).

En fin, los temblores nos recuerdan esto. Las cosas pueden cambiar en cualquier momento. Realmente la percepción que tenemos de que controlamos lo que pasa es falsa y lo único que podemos hacer para poder sobresalir ante cambios inesperados es estar preparados para el cambio.

“The more you sweat in peace, the less you bleed in war”. 

Machiavelo