Cuando una nueva idea o empresa está emprendiendo, seguro se deberán de resolver problemas bastante complejos. Esto es de igual manera cierto para empresas de todo tamaño que ya han sido establecidas. Conforme la complejidad de los problemas o retos a resolver va creciendo, también crece la ansiedad y la incertidumbre de las personas o equipos tratando de resolverlos.
Conforme el involucramiento en la resolución del problema se va haciendo mayor es muy fácil perder la perspectiva y se empieza a crear un vínculo lineal muy fuerte entre la complejidad del problema siendo resuelto y la “supuesta” complejidad de la solución al problema. Se piensa que si el problema es complejo, la solución debe ser difícil o complicada.
Pienso que en la mayoría de los casos esto no es cierto y que la raíz de un 99.9% de todos los problemas es algo bastante simple de resolver, siempre y cuando se tenga un entendimiento profundo de la verdadera causa. Acá es donde quiero citar desde Wikipedia lo que es el efecto mariposa:
“El efecto mariposa es un concepto de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, a la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo.”
Es de suma importancia para que un emprendimiento tenga éxito que los líderes del mismo y todas las personas en puestos clave de la organización entiendan que hasta los problemas más complejos que se deben resolver para lograr las metas deseadas usualmente pueden ser resueltos realizando pequeños cambios y encontrando soluciones a situaciones bastante simples.