¿Por qué es mejor hacer lo difícil al principio?

Nos gusta postponer lo difícil para el final. Lo evitamos a costa de todo. No nos gusta hacer lo difícil. Nos da miedo. Está claro que esto lo hacemos por qué tomamos las decisiones a un nivel emocional. Pero, ¿es racional dejar lo más difícil para el final? ¿Nos trae beneficios? En realidad no.

Hacer lo difícil al principio de un proyecto, negocio, etc. da una ventaja muy importante. Al fracasar al principio tenemos menos que perder. Muy al principio en realidad no hay nada que perder. Lo que sucede cuando dejamos lo difícil para el final es que en ese momento ya hemos construido bastante y ya tenemos mucho que perder. Si tenemos bastante que perder nos es mas difícil tomar los riesgos que se requiere tomar para poder lograr hacer lo que realmente es difícil.

Usualmente al principio de un emprendimiento empezamos haciendo el logo, consiguiendo el dominio, incorporando la sociedad, etc. En realidad esto no es lo que es difícil para el proyecto. Lo difícil es definir ese producto que hará que tengamos una cola de clientes allá afuera, lo complicado es saber reclutar y construir ese equipo que es indispensable para alcanzar el éxito que visualizamos para nuestra organización, etc.

Así, que paremos. Démonos cuenta que ahora al principio no tenemos nada que perder y tomemos los riesgos para poder construir la empresa con que estamos soñando!

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