La distorsión del miedo

Lo vivo todos los días en carne propia. Todas las metas, objetivos y logros que dejamos de alcanzar perecen no por falta de habilidad. Perecen por la presencia del miedo. El talento no es suficiente para sobresalir y poder vivir la vida que queremos tener. El talento por si solo no logrará que nuestros emprendimientos se concreten.

Percibimos que hay muchas cosas que tanto nosotros como los demás no hacen por “dejadez”. Estoy seguro que 9 nueve de cada diez veces no es “dejadez”. Es algún miedo, usualmente miedo a sentirse avergonzado lo que está impidiendo el crecimiento.

El miedo al fracaso no es más que temor a “que van a decir si fallo”. A sentir vergüenza. No podemos dejar que este miedo nos límite. Es hora de cambiar ese miedo por el orgullo de decir “este soy yo y esto es lo que cree”.

De nuevo, inspirado por Seth Godin.