Lo que se hace y lo que no se hace

Tantas veces escucho que las personas fracasan por lo que no hacen que ya casi me lo empiezo a creer. Sin embargo, la reflexión al respecto ha llegado un poco más allá y la experiencia tampoco puede ser ignorada.

Estoy convencido que la mayoría de fracasos se deben a hacer algo no debido. Acaso, ¿para hacer algo nuevo no se debe dejar de hacer algo que ya se está haciendo? Creo que a esto le podemos llamar enfoque. ¿Por qué es tan difícil enfocar toda la energía en lo que se sabe que se debe hacer? ¿Por qué siempre estamos buscando “algo más”?

En la cultura actual la idea de no dejar pasar las oportunidades ha tomado un rumbo algo tergiversado y se interpreta como “haz lo que sea que te pueda dar algo de regreso sin importar descuidar lo que ya tienes ahora sin importar que este nuevo algo pasajero”. Esto se debe a que todo lo hacemos sin en realidad pensar para qué lo hacemos.

Esto se puede volver un ciclo muy nocivo que puede destruir a una persona. Me refiero al hecho de emprender cualquier actividad ya sea por costumbre, rutina, complacencia ajena o simple aceptación cultural. Esto no puede ser. Cada decisión de hacer algo nuevo que se tome se debe justificar con una meditación profunda que indique si la actividad o proyecto que se desea emprender estará acercando a la persona a su objetivo final (ser feliz?).

Para mi está muy claro. Debo estar muy consciente de que elijo hacer y que no hacer. No soy de las personas que no hacen. Este no es mi problema. Mi problema es que siempre quiero hacer demasiado.

Tan solo debo mejorar mi enfoque, meditar más a fondo y ejercitar una mayor disciplina para canalizar todo lo que soy directo a las actividades que en realidad están alineadas con lo que conscientemente se que quiero hacer.

Tu, ¿haces o no haces? ¿Cual es tú debilidad?

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1 Comments

  1. Omar Alvarez

    YO le agregaría un poco de pimienta a lo que se hace y es la ambición, algunas veces el enfoque de lo que hacemos no va en la línea del objetivo final sino mas bien va basado en lo que nos produce, o vivimos tan enfocados en el “cuando” (cuando tenga mi carro del año, cuando tenga el trabajo que me gusta, cuando…) que no nos damos cuenta de que lo que realmente vivimos es el aquí y ahora.
    Pienso que primero debemos encontrar el camino que nos corresponde, eso para lo que somos buenos y nuestro “hacer” debiera ir en la línea del objetivo final.
    Muchos dirán “Pero de eso no vivís…” no es cierto si se hacen las cosas porque realmente te llevan al objetivo final las haras con pasion, con entrega y posiblemente te paguen por lo que te hace “feliz”, el dinero finalmente vendrá por adición y no por ambición.
    El camino para llenar tu vida lo moldea a martillazos cada actividad que haces y si pones atencion cuando finalmente estes listo seguro… pero seguro… y sin darte cuenta estaras haciendo eso que te hace “feliz”, no desprecies ninguna actividad porque de ella seguro estaras aprendiendo algo que te lleve al objetivo final.

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